CAMAGÜEY.- La obtención de un producto líquido organomineral, eficaz para el aumento de los rendimientos agrícolas, sobresale entre los resultados científicos técnicos más relevantes del Instituto de Suelos de Camagüey en el presente año.

El crecimiento entre un 10 y 30 por ciento de las producciones de los campesinos, y la disminución de los efectos de utilización excesiva de fertilizantes químicos, constituyen algunos de los fundamentales beneficios reportados con su aplicación, comentó Pavel Chaveli Chávez, director de la citada entidad.

Más de mil litros de ese producto- actualmente en proceso de registro- se han empleado en una amplia gama de cultivos como granos, hortalizas y frutales, sin embargo, en las pruebas realizadas se aprecia una positiva respuesta en el arroz, maíz, frijol y algunas viandas.

Su aplicación es como complemento de la fertilización mineral o del abono orgánico en las plantaciones y, aunque todavía está en fase de evaluación, se tiene la percepción de que podrá sustituir importaciones y generar exportaciones a mediano y largo plazos, explicó.

Durante 2019 en el citado Instituto se obtuvieron igualmente más de seis mil kilogramos de biofertilizantes, principalmente Rhizobium, el cual se aplica a la gran masa friolera que se siembra en la provincia de Holguín y en algunas regiones de Camagüey.

Chaveli Chávez refirió que entre los logros destaca el uso de buenas prácticas para mejorar la nutrición hortícola en casas de cultivo de la zona norte de la región agramontina, donde también se desarrollan estudios del suelo y agua, además de emplearse el producto organomineral.

En el territorio se beneficiaron este año más de 90 hectáreas con medidas de conservación y mejoramiento de suelos, y se elaboraron planes de manejo sostenible de tierras en nueve fincas ubicadas en el municipio de Sierra de Cubitas.

El directivo subrayó que los especialistas del centro participan en programas de investigación internacionales como el de Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local (BASAL), con el cual se persigue la introducción de buenas prácticas en la producción de alimentos como adaptación al cambio climático.

Insertado en el Proyecto Gubernamental de Desarrollo Cooperativo Ganadero (PRODEGAN), el Instituto monitorea en 105 unidades del territorio las acciones relacionadas con la fertilidad de los suelos, entre otras.

Como parte de la Tarea Vida o Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, la entidad realiza estudios de salinidad y reforestación en parte la región costera de la provincia.