CAMAGÜEY.- Dos sobresalientes constructores de Camagüey aseguran que el Comandante en Jefe vive en ellos. Para el jefe de brigadas constructoras de obras sociales, Manfredo Milián Mora, y el mecánico automotriz, Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba, Jaime Smith Priddeer, Fidel vive en su pueblo, y ellos lo sienten así, aun cuando este 25 de noviembre hace cinco años lamenten su ausencia física, y ambos, recios hombres de duro bregar quiebren sus voces y suspiren hondo al hablar del líder de la Revolución.

Fotos: Yoel Benítez Fonseca/ AdelanteFotos: Yoel Benítez Fonseca/ Adelante

MORIRÉ CON LAS BOTAS PUESTAS

“La primera vez que vi cerquita a Fidel fue durante la ejecución de la planta de tubos de esta ciudad. Yo era entonces uno de los jóvenes integrantes del Contingente IV Congreso de la UJC, colectivo gracias al cual me convertí en constructor“, dijo con doble orgullo Manfredo, constructor protagonista en un gran número de obras sociales y económicas de la capital provincial, aunque su procedencia natal  lo vinculó de alma y corazón a las edificaciones levantadas en Santa Cruz del Sur tras el devastador huracán Paloma.

“Estuve próximo a él, además, cuando visitó Vertientes acompañado por el entonces presidente de Panamá, Omar Torrijos; pero como delegado al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) por el municipio de Santa Cruz del Sur, le di la mano y eso jamás se me olvidará porque Fidel nunca nos ha abandonado y lo percibo cada día de mi vida”.

Manfredo, casi a la mitad de su existencia perdió su extremidad superior izquierda en un accidente de tránsito, sin embargo, lejos de darlo todo por perdido se repuso y de qué manera. Hoy, cuando roza los 70 años de edad, mantiene una vitalidad envidiable que revierte en los resultados de las brigadas bajo su mando del Contingente “Camilo Cienfuegos”, destacado en la construcción de viviendas, obras sociales y viales, fundamentalmente de la cayería norte.

QUISIERA SER JOVEN PARA HACERLO TODO MEJOR

El Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba, Jaime Smith Priddeer también estrechó la mano del máximo líder de la Revolución Cubana, como delegado al Tercer Congreso del  PCC, cuando fue elegido para ese magno evento como miembro suplente del Comité Central, pero el abrazo que guarda con emoción de actualidad es el que Fidel le dio en un Congreso de la Construcción, cuando  a él , sentado en la presidencia del evento, lo designaron para la entrega de un álbum con fotos de las edificaciones de la Cuenca Lechera de Camagüey. “Lástima -me dijo con tristeza-, que no era como ahora… y nunca pude tener una foto de ese histórico momento de mi vida”.

Y mira que Smith Priddeer en sus 53 años de mecánico integral de automotores de la Construcción ha recibido reconocimientos emocionantes, entre otros, la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato del ramo en 28 oportunidades.

Hoy, con 75 años de intenso bregar y de transmitirles conocimientos a los jóvenes, lamenta no tener menos edad para continuar su labor rompe-bloqueo desde la innovación y racionalización de piezas y accesorios de todo tipo de marcas de vehículos socialistas o capitalistas, como siempre lo hizo.

“Fidel está con nosotros en todas las batallas, aunque trazó el camino a seguir y lo ratificó en su concepto de Revolución “, afirmó una vez más este Héroe del Trabajo, quien confía en que la presencia de las ideas fidelistas vibran en su corazón y germinarán en nuestra juventud continuadora de su extensa obra,  inacabada para las generaciones siguientes, porque el Comandante en Jefe y su extraordinario legado viven en su pueblo que él nunca abandonó.