CAMAGÜEY.- En medio del quehacer de la Jornada de la Cultura Cubana, el legado de Alejo Carpentier (La Habana, 1904- París, 1980), refulge por la importancia del mismo, pues mediante su actuar intelectual y la prolijidad de sus obras supo poner en alto la literatura de nuestro país.
En ese sentido, nos parece imprescindible resaltar hoy cuatro de sus novelas por la trascendencia de ellas a partir de lo que aportaron al saber humano; así como por el destaque narrativo que las invade, al significar en cada una la historia, la literatura, y la relación entre cultura universal y la cubana, elevando esta última a un alto grado de la escala ética y social.
Por ese motivo, nos regocija mencionar sus obras novelísticas de la talla de El reino de este mundo (1948), Los pasos perdidos (1953), El siglo de las luces (1962), y La consagración de la primavera (1979), textos todos que hemos seleccionados a capricho y obviando otros de su autoría y dignos también de cualquier selección, pero que en el caso que nos ocupa parecen ser los más fehacientes exponentes del rol creativo e intelectual del genial escritor, amén de lo que aportan al saber. humano. Y es que Carpentier, rozó muchas aristas culturales y, en su caso, como escritor, hurgó hasta lo indecible antes de sumergirse en el tema escogido para cada obra y saciar así las indagaciones del conocimiento.
Por consiguiente, en esta Jornada de la Cultura, recomendamos hacer una parada en el acontecer diario, y asomarse a cualquiera de estas obras literarias citadas, para que corroboren cuán importante han sido para la historia literaria cubana, y porqué motivo Alejo Carpentier es uno de sus más prestigiosos escritores con un legado imperecedero.