CAMAGÜEY.- El dramaturgo, actor, diseñador y director de teatro Pedro Castro falleció el 29 de agosto en esta ciudad, donde fue un pilar del arte escénico, preocupado por enaltecer en cada obra los valores humanos.

Llevaba años en la casa por problemas de salud, pero no se resignaba a la condición de jubilado, de ahí la ansiedad por ser invitado a colaborar o liderar algún proyecto que confirmara la buena forma de su creatividad.

“Para mí es terrible. No me acostumbro a estar así pero mi salud no me acompaña. Así y todo me gustaría hacer algo: dirigir una obra, bueno, también soy diseñador y dramaturgo”, contó a Adelante Digital en diciembre del 2017.

En esa fecha, Pedro Castro recibió la Distinción por la Cultura Nacional, un reconocimiento a su medio siglo de contundencia artística y de laboriosidad pues trabajaba desde los trece años de edad.

“A Camagüey se le decía ciudad teatro porque estaba el Conjunto Dramático de Camagüey, La Edad de Oro y el Guiñol. Éramos los grupos fundadores, y de ahí se fueron desprendiendo grupos, directores, actores”, enfatizó.

Dijo sentirse contento por los jóvenes que hasta cierto punto han de seguir sus pautas sin olvidar algo esencial: “Hace falta pasión, sinceridad, amor y entregar al público algo que realmente lo conmueva, lo haga pensar, lo movilice. Yo espero que Camagüey siga siendo ciudad teatro.”

Pedro Castro junto a Manuel Villabella, también fallecido, en un conversatorio dedicado al teatro, en el Encuentro de Escritores Camagüeyanos, en febrero del 2017.Pedro Castro junto a Manuel Villabella, también fallecido, en un conversatorio dedicado al teatro, en el Encuentro de Escritores Camagüeyanos, en febrero del 2017.

Casi al final de aquella declaración se infiere el olvido como la causa del dolor en la vida de Pedro Castro: “Hay que ayudar a la gente a seguir viviendo. No se puede olvidar a la gente. No se puede pensar que ya es obsoleto”.

En junio del 2020 reapareció en las redes sociales, en un mensaje de aliento a sus compañeros de las artes escénicas, a quienes exhortó a valorar todo lo que no creían importante y a cuidar la salud mental y degrupo social.

Desde 1968, Pedro Castro dirigió artísticamente el Conjunto Dramático de Camagüey, entonces considerado una cantera en la formación de actores, de donde salieron Elvira Cruz, Héctor Echemendía y Tony Fernández, con carreras exitosas en el cine y la televisión cubana.

Su espacio de creación y representación por excelencia fue el Teatro Tasende, convertido en el complejo cultural donde hace siete años radica Teatro del Viento, el grupo fundado y dirigido por Freddys Núñez Estenoz que le rendirá homenaje el próximo fin de semana.

En una entrevista de opinión para La Jiribilla, acerca del Festival Nacional de Teatro de Camagüey del año 2000, se refirió a la técnica actoral genuina y a la voluntad de producir emoción.

“Lo importante es enaltecer los valores humanos. El teatro es la ciencia de las relaciones humanas, como dijo un clásico, porque se encamina a la mejor comunicación y a un idóneo conocimiento de los hombres, al margen de lenguas y geografías”, fue otra de sus claves.

Ya no se puede rescatar de la muerte, pero aún es tiempo para salvar a Pedro Castro del olvido. Él mismo señaló en aquel breve diálogo del 2017: “Se dice constantemente: sin historia no hay futuro”.