MINAS,CAMAGÜEY.- Por estos días una brisa invernal nos trae olor a tradiciones e historia. Las tardes vuelven a llenarse del transitar de niños y familiares hacia los ensayos en la Casa de Cultura o consultando las carteleras institucionales.
Se animan las conversaciones en las esquinas de la Calle Moralitos, mientras el rumor de la ecualización del sonido rebota en armonía con el andar de los transeúntes ocasionales y el repique de las herraduras.
El compás de un tambor invade las noches convocando los rituales haitianos, reclamando justicia por las muertes tempranas. Casi se perciben los disparos injustos que no pudieron contra las demandas por la igualdad obrera.
Los hogares se animan y las abuelas vuelven a llenar las cacerolas con ingredientes dormidos en las páginas amarillentas de algún recetario familiar.
En las tardes, el silbato del tren anunciando el arribo de pasajeros se eterniza entre las paredes de las casas más cercanas y los ancianos consultan la exactitud de sus relojes como solía suceder cuando El Paradero era el escenario principal de los encuentros diarios, ese Paradero protagónico y plaza donde se alzó la voz enérgica de Ignacio Agramonte.
Y es que por más de cuarenta años los preparativos de la Semana de la Cultura representan la antesala de los festejos por la identidad y los resultados de todo un año de entrega individual y colectiva.
Por estos días, la brisa sacude las ramas cómplices de los árboles de la Loma del Bayatabo, se cuela por la ventanilla de los autos, mueve las cortinas de las ventanas, convoca y anuncia que ha llegado noviembre.
DATOS DE LA SEMANA DE LA CULTURA EN MINAS
Dos fechas significativas enmarcan la Semana de la Cultura Mineña, del 20 al 26 de noviembre. El primero de los días, para recordar el Crimen de Cortadera de 1933; y el segundo, por las Reunión de Las Minas de 1868.
Dedicatoria de la edición 44:
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Principales actividades:
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*Escritora