CAMAGÜEY.- El pueblo de esta ciudad despidió hoy a la acuciosa investigadora y Premio Nacional de Historia 2015, Elda Cento Gómez, con un sentido tributo desde la sede de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), tras fallecer el pasado 28 de una súbita enfermedad.

Acudieron en masa trabajadores de la cultura, compañeros de oficio, amigos y estudiantes que dieron su último adiós a una formidable intelectual que por su encomiable labor historiográfica le fueron conferidas el Reconocimiento La Utilidad de la Virtud y la condición de Hija Ilustre de esta región. A su querida ciudad de los tinajones, dedicó la mayoría de sus esfuerzos al arrojar luces a los hechos significativos de nuestra Patria.

“Su vida profesional la inició como profesora y después de 20 años se sentía muy orgullosa cuando los antiguos alumnos le llamaban “mi maestra”. Al dedicarse por entero a las pesquisas históricas, sin dejar su ocupación de educadora, destacó por sus resultados. Hoy día quien desee saber más de la historia, de esta región, debe consultar la literatura de Elda Cento. Ella, además, fue una excelente madre porque crío tres hijos y los convirtió en buenas personas”, expresó a Adelante Digital el presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic), filial provincial, Ricardo Muñoz Gutiérrez.

Una de las allegadas de la notable intelectual, que asistieron al homenaje póstumo, fue Rosa María Rodríguez Argilagos, directora de la Cátedra Honorífica José Antonio Aponte in Memoriam y miembro de la Ruta del Esclavo, en la ciudad, dijo: “Fue una orientadora excepcional en función de lo que debíamos hacer para fortalecer la historia local. Siempre tendremos presente sus sabias palabras, el compromiso total con la enseñanza de la materia y ese es el legado que nos deja”.

El crítico de cine y coordinador del proyecto El Callejón de los Milagros, Juan Antonio García Borrero, opina que “no solo hemos perdido a un ser humano valioso sino a una persona que impregnaba de singularidad las maneras de contar la historia. Es un puente que en lo personal seguiré recorriendo a partir de su sabiduría. Su obra nos permitirá llegar a esos senderos que no se tocaban o se trataban poco en la historiografía tradicional”.

En nombre del los camagüeyanos y también, de los cubanos, reciban los familiares el más sincero pésame. Decimos todos un abur a Elda Cento, aunque bien sabemos que luego podremos encontrarla en cualquier libro de su autoría o en el recuerdo de alguna de sus conferencias sobre esta tierra, de hijos de Agramonte, que siempre amó.

El pueblo rindió tributo a Elda Cento Gómez en la sede de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, en la calle Carmen # 7 de esta ciudad. Por decisión familiar sus restos estuvieron allí desde las 10:00 a.m. hasta cerca de las 2:00 p.m. antes de ser cremados.