CAMAGÜEY.- Las pediculosis son dermatosis parasitarias provocadas por la presencia de parásitos en las estructuras cutáneas y anexiales, estas últimas incluyen, entre otras partes, los pelos, y se nutren de nuestro organismo y lo utilizan para su ciclo de vida, pues esos diminutos insectos se alimentan de la sangre humana.

Este padecimiento radica en infestaciones de la piel por un grupo de insectos denominados pedículus o piojos y el ser humano puede verse afectado por tres de ellos: el pediculus humanus capitis (piojo humano de la cabeza), el pediculus humanus corporis (piojo del cuerpo o de la ropa), y el pthirus pubis (ladilla o piojo púbico).

La explicación fue dada por la Dra. Yunet Pimentel Fraga, especialista en Medicina General Integral (MGI) y en Dermatología, de la policlínica Joaquín de Agüero (Norte) de esta ciudad.

¿Puede caracterizarme estos insectos?

—Los piojos son insectos sin alas, que pertenecen a la orden de insectos anoplura; los de la cabeza y el cuerpo son morfológicamente idénticos, miden entre dos y cuatro milímetros y el cuerpo es alargado; los del pubis son más pequeños, de entre uno o dos milímetros, con el cuerpo más ancho y redondo. Todos tienen tres pares de patas terminadas en ganchos o pinzas que utilizan para fijarse al pelo. Como los piojos son hematófagos e inyectan saliva para alimentarse, resisten pocos días cuando no están en contacto con el hospedero. Los hay que afectan a los animales, pero esos no tienen que ver con los mencionados, no contagian a los humanos y viceversa.

“Tanto los huevos como las ninfas y los adultos son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura y mueren por encima de los 40 grados Celsius. Los de la cabeza habitan más frecuentemente en la zona occipital (parte de atrás), y detrás de las orejas. El grado de infestación es bajo, de 20 a 30 piojos adultos por cada persona y se desplazan hasta 23 centímetros por minuto, con una vida muy corta que se aproxima al mes y la hembra pone entre siete y 10 huevos diarios, que son depositados uno por cada pelo, cerca de la raíz y aprovechan el calor corporal.

“El piojo del cuerpo tiene un ciclo vital similar al de la cabeza, pero los huevos los depositan en las ropas, sobre todo en el interior de las costuras, solo algunos se adhieren a los pelos del cuerpo, pero la mayoría van, pican y regresan a la ropa. Los del pubis con un ciclo de vida muy similar; sin embargo, se depositan a distancias muy cortas entre la piel y el pelo y después del primer contacto permanecen unidos al pelo púbico con preferencia del aparato bucal introducido dentro del huésped, siempre está alimentándose, el contagio es sexual y rara vez invade las axilas, la barba, la periferia del cuero cabelludo y también en las pestañas, pero con la moda del rasurado es menos frecuente, aunque esta práctica trae aparejado otros problemas que pueden ser abordados en otra consulta de este tipo”.

¿Por qué no se caen solos y hay que quitarlos?

—Cada huevo o liendre es fijado por una sustancia cementante (similar al cemento que fabrican las hembras cuando ponen los huevos). Dentro de esta cápsula es donde se encuentra el futuro piojo incubándose hasta que esté listo y eclosione, un proceso que ocurre entre siete y 10 días, que abraza en forma de vaina por el polo inferior. El huevo seguirá unido al pelo, incluso, una vez eclosionado y vacío, de ahí los términos de liendres vivas y secas; el período de incubación es de siete días y tras la eclosión las ninfas requieren de siete días más para alcanzar su etapa adulta y madurez sexual.

Si no tienen alas, ¿cómo pasan de persona a persona?

—La infestación se transmite por sombreros, gorras, útiles para peinarse, al intercambiarse gafas de sol y, por supuesto, por el contacto directo entre las personas, y de aquí lo frecuente de las epidemias en las escuelas o dondequiera que haya hacinamiento de individuos. Los piojos caminan, y algo que está muy de moda, hacerse selfies con alguien, puesto que juntan las cabezas, pueden transitar de una persona afectada a otra sana.

¿Cuáles son los síntomas?

—Mucha picazón, y debido a ese prurito intenso que provoca por la picada e inyección de la saliva para alimentarse es lo que produce una reacción de hipersensibilidad, y algo a tener en cuenta es que al echarse soluciones de continuidad en la cabeza sobrevienen las infecciones secundarias y puede llegar a sufrir de lo que conocemos como trenza maloliente o "plica polónica", grado de padecimiento que es cuando las personas no se atienden y sus hábitos higiénicos son pésimos.

¿Los afectados acuden con frecuencia al médico?

—Como son identificados y no es una enfermedad preocupante, no lo hacen, e incluso, a veces lo ocultan hasta por pena o vergüenza.

¿Tiene predilección por alguna edad y sexo?

—Muy frecuente en la infancia, entre los cinco y 12 años, y no predilección de sexo.

La Dra. Yunet sugirió mencionar mitos y realidades acerca del tema, y aquí los relaciono:

¿Pueden ser otros mitos expresiones como: “no tiene sangre para piojos” o “lo padecen solo las personas sucias”?

—En efecto, no tienen relación alguna. Igual que las defensas del organismo son diferentes ante cualquier enfermedad sucede lo mismo en este caso, no es la sangre, depende de la susceptibilidad del individuo y con la higiene ocurre lo mismo, quienes son muy limpios son contagiados también, lo que resulta más difícil controlarlos o curarlos en aquellos que no mantienen hábitos de higiene adecuados, eso es otra cosa.

“Por ese concepto erróneo de que quienes se enfrentan a este padecimiento no son personas limpias dejan de asistir al médico, y esa actitud ocasiona otras dolencias como son: la dermatitis por contacto, intoxicaciones, conjuntivitis o reacciones alérgicas e inflamatorias, debido a la aplicación de soluciones caseras sin basamento científico”.

En este tipo de consultas no abordamos temas vinculados con los medicamentos, pero dada la situación de casos así, que evaden la visita al médico, ¿qué aconseja?

—Lo ideal es asistir al médico, pero como esa sustancia cementante de la liendre se disuelve con el vinagre o ácido acético es bueno aplicarlo por media hora e incluso hasta el otro día, porque esta queda viva o seca y luego se extraen con los peines llamados liendreras, porque como ya sabemos el piojo se saca manualmente. Los champús con medicamentos suelen ayudar, pero comenzaron a adquirir resistencia a algunos de esos productos.

De conocerse ese tipo de afectación en un círculo infantil o escuela, ¿qué medida sería la más oportuna?

—El afectado debe ser suspendido hasta que se compruebe pasó el episodio, y esa responsabilidad es de los padres y maestros. No hay que disgustarse por eso, así se protegen los sanos y la reinfestación de ese mismo. Evitar es lo más atinado.