CAMAGÜEY.- La construcción de la Escuela Vocacional de Arte, hoy escuela profesional, comenzó en el año 1976. Existen antecedentes por supuesto de la enseñanza artística en la provincia, tal es el caso de la labor desempeñada por Vicentina de la Torre.

El centro abre sus puertas en 1979 con el nombre que hasta hoy se conoce. 45 años después, la “Luis Casas Romero” continúa siendo un referente en la educación artística del país.

Al momento de su fundación no estaba totalmente terminada, pero existía una necesidad imperante por el desarrollo integral de la cultura en Camagüey. Así abre sus puertas en el mes de septiembre, con la presencia del entonces ministro de Cultura Armando Hart Dávalos. En sus inicios son impartidas las especialidades de artes plásticas, música y ballet e inmediatamente toma el nombre del músico y patriota camagüeyano.

Con el transcurso de los años, la escuela sufrió varias transformaciones. En el año 1991 se estrena la especialidad de danza y se trasladan las artes plásticas hacia la Academia de las Artes Vicentina de la Torre. Este programa de estudio fue sufriendo cambios ya que al inicio comenzaba en 5to grado y actualmente se realizan las pruebas en el 9no grado.

Durante los años '80 y principios de los 2000 fue un centro vanguardia nacional y en el año 1996 obtiene la distinción Espejo de Paciencia, el mayor reconocimiento que otorga la dirección de Cultura Provincial.

CASAS ROMERO: ENTRE EL ARTE Y EL DEBER

Luis Casas Romero nació el 24 de mayo de 1882, en la calle de los Pobres No. 95, hoy Padre Olallo. Desde muy pequeño se enamoró de la música, es así que a los nueve años inició sus primeras clases de solfeo y al año siguiente ya tocaba la flauta. A los 13 años era capaz de ejecutar obras de concierto y a los 14 ya integraba una orquesta. Profesaba un gran amor a la patria por lo que a sus 15 años se unió a las filas mambisas del Ejército Libertador, bajo el mando del General Lope Recio.

En 1901 muere su padre, por lo que desempeña diversas profesiones como tipógrafo, cajista de obra y corrector de pruebas. De naturaleza inquieta e innovadora, Casas Romero fundó con la colaboración de los destacados maestros Nilo Menéndez, Jaime Prats, Ernesto Lecuona, Moisés Simons y Vicente Lanz, la primera fábrica electromecánica de rollos de pianola que existió en Cuba. Sin embargo, el flautista camagüeyano hizo historia el 22 de agosto de 1922, con la fundación de la radio.

Ese día desde la calle Ánimas No. 99 sacó al aire, junto a su hijo Luis Casas Rodríguez, la primera transmisión de la radio en Cuba, desde su emisora la 2LC.

El número 2 identificaba a la provincia donde funcionaba la planta pero además coincidía con la dualidad de los nombres de sus fundadores: Luis Casas, padre e hijo. Comenzaba sus trasmisiones a las 9:00 p.m. con una programación musical y el parte del tiempo. Zoila Casas Rodríguez, hija y hermana respectivamente de los propietarios, identificaba la emisora en su salida al aire y fue la primera mujer locutora de Latinoamérica.

Con el paso de los años la 2LC fue ampliando su programación hasta alcanzar las seis horas al aire y solo detuvo sus transmisiones en 1928 cuando desapareció. Pero allí no terminaría la relación de Luis Casas Romero con la radio.

El 6 de diciembre de 1933 inauguró la emisora de radio COC, la primera de onda corta en Cuba, siendo su propietario hasta inicios de 1948. Luis Casas fundó también la CMCK y fue director artístico de la CMC de la Cuban Telephone Company.

Cuando Romero inauguró la COC, su tema identificativo fue la pieza de su autoría El mambí, un clásico de nuestra música en la actualidad y que ha sido interpretado por Santiago Feliú y Frank Fernández.

Como músico y compositor fue tremendamente prolífico. Cultivó la zarzuela, el danzón, el bolero, la canción y fue fundador del género musical cubano la criolla, con la obra CARMELA como su primer título. Fue el creador de más de 500 piezas musicales de diversos géneros por lo que, no por gusto, al fundarse una escuela profesional de las artes en Camagüey, fue elegido su nombre.

UN LARGO CAMINO

En la escuela se estudian dos especialidades: música y danza, a las cuales se incorporó la carrera de instructor de danza hace aproximadamente cinco años. Además del perfil de danza, en el Conservatorio José White se imparte el perfil de música y en la Academia Vicentina de la Torre los perfiles de teatro y artes plásticas.

“Música, por ejemplo, se estudia en nuestro centro en dos modalidades: carreras largas y cortas. En el caso de las carreras largas en 2do grado hacen el examen de aptitud que consiste en un examen de musicalidad. Empiezan en 3er grado y es solamente para cuatro instrumentos: violonchelo, violín, viola y piano. Es lo único que estudian los niños que se incorporan desde el 3er grado”, hizo referencia la directora del centro, Yuneisys Camila Ibáñez.

 

También comentó cómo “en 4to grado hacen el examen los niños que optan por carreras cortas: de viento, de cuerda o de percusión como el oboe, el clarinete, la flauta, la guitarra, el tres o el canto coral. Tenemos 17 líneas de estudio en el caso de música donde solamente contamos con un nivel elemental, ya que luego pasan a cursar su nivel medio en el conservatorio José White”.

En el caso de la especialidad de danza, al inicio no estaba abierto el nivel medio, ya que Camagüey inició sus estudios solo con un nivel elemental. Hace alrededor de siete años abrió el nivel medio de danza. Así, cuando culminan el nivel elemental, realizan su pase de nivel y continúan los estudios en la propia escuela. En estos momentos la matrícula estudiantil abarca todos los municipios de la provincia, además de un grupo de estudiantes pertenecientes a la provincia de Ciego de Ávila.

Sobre el proceso de entrada a la escuela, Camila Ibáñez puntualizó que “todos tienen oportunidades, no hay reglas que impidan a los estudiantes hacer su examen. Mientras cursen los grados y tengan la aptitud solo necesitan presentarse a las convocatorias que realizamos cada año. No son solo aquí en la escuela, sino también mediante tribunales que conformamos y que van a otros centros y comunidades para realizar una primera captación. Primero los niños se familiarizan con los instrumentos; hay pequeños que no saben lo que es un oboe o una flauta”.

45 AÑOS DESPUÉS: UNA ENSEÑANZA DE EXCELENCIA

La escuela ha formado figuras insignias de la cultura cubana. Su subdirector y comunicador, Boris Gutiérrez Ballagas recuerda con orgullo nombres que han dejado una huella en la cultura cubana. “Cesar López fue alumno de la primera graduación e Irving Acao, músico de Irakere, también fue estudiante de nuestra escuela. Fueron además maestros en un periodo de tiempo: Adalberto Álvarez, Marta Balart y Anaís Abreu. Wilmer Ferrán fue alumno de ballet y hoy es considerado uno de los mejores rumberos en el país. El centro ha tenido una trascendencia desde el momento de su fundación”, comentó.

El himno de la escuela, interpretado por la banda en diversas actividades, fue creado por el maestro Reinaldo Echemendía en el año 1982, con motivo del centenario de Luis Casas Romero. El hoy director del Ballet Folklórico de Camagüey compuso la melodía y letra mientras se desempeñaba como maestro de clarinete.

“Actualmente comenzamos a realizar actividades también en conmemoración por el aniversario 45. Realizamos tres talleres, fundamentalmente para el cierre del verano, dos de música y uno de danza. En el caso del de música hicimos uno de percusión y otro para guitarra y tres. Estos talleres con sede en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Uneac, no fueron impartidos solamente para nuestros alumnos, sino que tenían una convocatoria abierta. El de danza lo realizamos en los salones de la Vicentina”, destacó Gutiérrez Ballagas.

El verano estuvo cargado de acciones, pues además de los talleres, se realizó un concurso de cuerdas en el mes de julio bajo el nombre: “Venciendo gigantes”. Este título, justo a la medida, realzó el sacrificio y la vocación de los niños y jóvenes por el arte al estudiar la enseñanza general más la especialidad. La gala inaugural del concurso coincidió también con el aniversario de la sala José Martín Varona.

Existen varios proyectos inmersos dentro de los programas de estudio en el centro. La Banda de Música toca en la escuela y aglutina a todos los estudiantes de percusión, viento-metal, viento-madera y algunos estudiantes de cuerdas, en el caso del contrabajo. Además, la Sinfónica de la escuela presenta una peculiaridad pues existió siempre una orquesta de cuerdas y la banda de música, sin embargo, con la sinfónica se logró unir ambas líneas.

Sobre el vínculo con la comunidad, pilar fundamental de la enseñanza artística, Gutiérrez Ballagas enfatizó que “el año pasado se realizó un concierto en el cine Casablanca dedicado a las madres y fue la primera presentación de la sinfónica. Tenemos otros proyectos, tal es el caso de dúos y tríos, en las diferentes líneas de estudio. El pasado mes de agosto el proyecto Eva Dance Music representó a la escuela en Francia, dentro del marco de los Juegos Olímpicos (JJOO). Este proyecto músico-danzario está integrado por los músicos que trabajan con los propios estudiantes, encabezados por el maestro Wilmer Ferrán, así como los alumnos del nivel medio de danza. El objetivo que defienden es la educación y preservación de las tradiciones musico-danzarias referentes a nuestra cultura africana”.

Por una invitación hecha por el presidente de la Casa Cuba, una villa que abrió sus puertas con motivo de los JJOO recién culminados en Francia, los jóvenes realizaron la visita entre los días 12 y 22 de agosto. La invitación fue extendida con el objetivo de impartir una serie de talleres y espectáculos, como parte de todo el movimiento cultural desarrollado alrededor de las olimpiadas.

“Para ellos fue una experiencia maravillosa ya que impartieron talleres a niños de diferentes estratos sociales. Brindaron espectáculos que llevaban preparados y tuvieron la posibilidad de compartir con el cuerpo diplomático de la embajada cubana en Francia y con el alcalde de la ciudad. Uno de los momentos más importantes fue cuando trabajaron con niños con síndrome de Down. Nuestros alumnos están acostumbrados a bailar porque así transcurre su día a día pero al llegar y compartir esas experiencias nuevas y retadoras, supieron crecerse y dar una excelente demostración de la cultura cubana”, destacó su subdirector y comunicador.

NUEVO CURSO, NUEVAS METAS

El inicio del curso escolar estuvo dedicado a los 45 años de la escuela, pero también fue el momento idóneo para presenciar los resultados del proyecto Eva Dance Music, recién llegados de esa fructífera experiencia. Actualmente un material audiovisual, grabado el pasado año con el grupo del Streaming Camagüey, se encuentra en sus retoques finales. Allí se resume de una forma muy especial todo lo que representan este casi medio siglo de enseñanza.

Una mezcla de la historia se entrelaza perfectamente con la actualidad de la institución que parece renovarse cada día. El audiovisual contó con la colaboración de profesores activos y con gran experiencia del centro así como con el maestro Echemendía y profesores que fueron en un primer momento alumnos del centro. Pronto la sala Nuevo Mundo, ubicada en la calle Ignacio Agramonte, se vestirá de gala para el estreno de 45 razones.

En el mes de octubre continuarán las celebraciones, acompañadas además por la Jornada de la Cultura Cubana. Desde el 10 de octubre en el Teatro Principal el pueblo camagüeyano puede disfrutar de la enseñanza artística presente hasta el día 13. La apertura y el cierre de las actividades están a cargo de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, el Conservatorio José White y por supuesto la Escuela Profesional Luis Casas Romero.