CAMAGÜEY.- Por su profesión, Elianis Cutiño visita a menudo los bancos de sangre. Ponerles caras a los que de forma voluntaria donan “vida” se ha convertido, además de su obligación periodística, en una vía de agradecer. Y es que la sangre que ahora ve salir de un brazo hacia la máquina para llenar bolsas, la ha salvado en varias ocasiones.

Desde los nueve años padece trastornos de función de las plaquetas o trombopatía. Desde esa edad tuvo que aprender sobre el padecimiento y sus riesgos; y también aprendió a valorar más a los donantes. “Ahora estoy bien, pero cada vez que puedo doy las gracias, nadie sabe quién de ellos ayudó. Por ejemplo, en mi operación de un cordal, me transfundieron cinco bolsas de plasma como método preventivo”, agregó la colega de Radio Cadena Agramonte.

A uno de los que agradeció Elianis en el Banco Provincial de Sangre de Camagüey, a pocos días de celebrarse el día del donante, fue a Arnoldo Companioni Artola. El joven holguinero de 31 años, camillero del hospital militar Octavio de la Concepción y la Pedraja vive en esta ciudad hace más de una década y nunca ha dejado de responder ante el llamado para donar.

“Mi padre me enseñó lo simple de ese acto y las alegrías que podía generar. Cada vez que llego aquí pienso que el solo hecho de extender el brazo unos minutos puede aliviar a un niño con leucemia o sanar a una embarazada. Eso no hay quien lo pague”, dijo orgulloso Arnoldo.

MÁS ALMAS BUENAS

Tampoco hay quien pague con dinero las más de 30 000 donaciones voluntarias de sangre y los 9 000 litros de plasma que en el 2019 se obtuvieron en el Banco Provincial. Si bien a nivel nacional los resultados en la emulación no fueron los esperados por los trabajadores, los números demuestran la calidad en los procesos aquí.

Según Yoanca Fernández Céspedes, directora del centro, la respuesta positiva de la población y la incorporación de nuevos voluntarios en los últimos meses ha propiciado hasta la fecha un aumento de 280 donaciones con respecto al plan previsto.

La institución perfecciona los protocolos de obtención de plasma hiperinmune de pacientes recuperados de la COVID-19. “Iniciamos a finales de abril con los dos primeros muchachos curados en el territorio y la próxima semana, tras el alta epidemiológica, se incorporarán cinco más.

“Con Javier y Yannier, quienes se encuentran en un período de descanso, obtuvimos 16 plasmas, y como en Camagüey no hubo necesidad de hacer transfusiones, ese aporte ayudó a varios pacientes en La Habana”, explicó Fernández Céspedes.

El banco ofrece, además, una respuesta a las necesidades de las instituciones hospitalarias y a la producción de medicamentos. Sus contribuciones con la planta de hemoderivados Adalberto Pesant, en la capital, y con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología son importantes en el incremento de la esperanza de vida de personas con enfermedades potencialmente mortales.

A todo ello se une la labor que realizan en la determinación del Antígeno Específico de Próstata (PSA por sus siglas en inglés), un examen para ayudar a detectar y dar seguimiento al cáncer de próstata en los hombres; y en los ensayos clínicos del cáncer de pulmón.

Al 14 de junio, Día Internacional del donante, llegarán más de 30 000 camagüeyanos con el orgullo de saberse útiles, eso les debe bastar. Ya lo dijo Fidel “no se puede medir ni en millones ni en dinero lo que significa una donación de sangre...”.