CAMAGÜEY.- “Desconectar el refrigerador una hora en el horario pico de la noche es lo menos que puedo hacer para ayudar a la economía nacional y familiar. En el recibo de este mes hubo una disminución notable en el consumo”, cuenta complacido Jorge Artola Medina, septuagenario jubilado del sector educacional y residente en la calle Bembeta.
La medida comenzó a aplicarla días después de que se decretara en el país la emergencia energética. Como la de Artola, hay otras muy buenas prácticas a imitar entre los más de 284 000 clientes residenciales de la provincia de Camagüey, segmento que consume el 65 % de la electricidad generada.
Mientras él asume esa postura —y además mantiene de noche solo encendidas las luces necesarias—, en sus alrededores y en muchas zonas hay casas convertidas en “arbolitos de navidad”. Todo permanece como si fuera pleno día y estuviéramos en la época en que a Cuba entraba el petróleo por millones de toneladas de la extinta Unión Soviética.
No por gusto el Consejo de la Administración Provincial del Poder Popular (CAP) dedicó su primera sesión de trabajo de octubre a evaluar la información del Consejo Energético del mes de septiembre.
En ese período, el territorio tenía un plan de demanda en el pico del mediodía de 141 MegaWatts, lo redujo en el rango de 11 a 13 MW; en tanto en el horario nocturno de máximo pedido, previsto de 164 MW, no rebasó la cifra y la disminuyó en niveles fluctuantes entre 12 y 34 de este tipo de unidad de potencia eléctrica.
El Dr. Humberto González Duarte, director del hospital oncológico Maria Curie, explica que su plan de consumo era de más de 1 980 kiloWatt por día, y por la contingencia energética han logrado reducir, desde el 13 de septiembre al 4 de octubre, alrededor de 8 500 kiloWatt. Ello sin suspender uno solo de los servicios esenciales. A diario, Ernesto Calderón Álvarez (en la foto), chequea el contador eléctrico, y los resultados son informados a directivos e, incluso, en la entrega de la guardia médica. Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante
Entre las medidas que favorecieron no sobregirarnos se encuentran los autoapagones en los centros laborales en las horas señaladas, dejar en funcionamiento solo los medios tecnológicos imprescindibles; en la noche no encender la iluminación de áreas internas ni externas mientras ello no entorpezca la vigilancia, desplazar producciones hacia las madrugadas donde sea posible, y el corrimiento de horario para la cocción de alimentos fuera del pico.
Esta es una buena noticia, pero indudablemente quedan potencialidades por explotar, tanto en el sector estatal como en el residencial. Así lo reafirmó Luis Sisto Mora, vicepresidente del Órgano de la Administración Provincial, quien explicó que el control para el aprovechamiento de los portadores energéticos requiere análisis particularizados y que septiembre demostró las reservas que subyacen en una tarea de primera prioridad.
Cuando se habla sobre la posibilidad de ahorrar más, no es en modo alguno algo subjetivo, ello implica un componente importante de reorganización de los flujos productivos, desde el acopio temprano de la leche, para que llegue a la industria y pueda procesarse sin que se creen mayores contratiempos en los horarios pico.
La Agricultura, dentro de la escasez de recursos energéticos, debe modelar la variante que asegure el traslado de animales para sacrificar en el combinado cárnico y cumplir con las entregas de carne a comercializar.
La Empresa Pesquera Camagüey (Pescacam), ha sorteado afectaciones con diésel y no renuncia, de recibir este recurso energético, a concentrar las capturas en las zonas más productivas, sin descuidar el trabajo cooperado con la industria láctea. Así se ha hecho con los productos del mar que se trasladan a la provincia para su procesamiento fabril.
Mucho más puede hacerse también en las casas, todo depende de que los núcleos familiares mantengan una estricta observancia de las recomendaciones que, de seguro, dejan resultados a favor del hogar y de la economía.
Camagüey inició octubre con un plan de demanda de 120 MW en el pico del mediodía (de 11:00 a.m. a 1:00 p.m.) y de 162 MW en el nocturno (de 5:00 p.m. a 9:00 p.m.). Ajustarse a ambas cifras depende de la contribución de las entidades estatales y en los hogares para evitar los apagones.
MEDIDAS DE AHORRO PARA OCTUBRE –Lograr en el sector residencial una disminución en los horarios de los dos picos de mayor demanda de energía, aspecto en el que las organizaciones de masa deben promover una mayor conciencia de ahorro en la población. –Autocontrol del consumo de energía en los 10 678 servicios estatales, las inspecciones en los centros laborales y el autoapagón en los dos horarios establecidos con reportes del consumo del día al puesto de mando de la Empresa Eléctrica Provincial. –Del 13 de septiembre al 2 de octubre se realizaron como promedio diario unas 1 487 inspecciones a entidades estatales por parte de la Empresa Eléctrica, 1 375 por las organizaciones sociales y estudiantes universitarios, y un total de 2 700 por la Oficina Nacional de Uso Racional de Energía (Onure). En las mismas se detectaron encendidas en horarios pico luces, neveras y computadoras, al igual que el alumbrado público. –Los 876 clientes con contadores eléctricos de tres registros tienen que informar en los tres horarios y el consumo del mediodía antes de las 8:00 a.m. de la jornada siguiente al puesto de mando de la Empresa Eléctrica Provincial. Fuente: Grupo provincial de ahorro de energía |
En un artículo publicado en el sitio web de la Presidencia de Cuba, a propósito de las circunstancias actuales que vive la nación, Díaz-Canel escribió: “La situación se ha ido remontando hasta hoy sin tener que recurrir a los apagones. El bando de los que aman y construyen lo ha hecho posible”.
Los trabajadores y el pueblo en los barrios tienen la responsabilidad de que esa máxima expresada por el Presidente, de no recurrir a los apagones, se mantenga a lo largo de la emergencia energética, y también posterior a ella.