Foto: De la autoraFoto: De la autoraCAMAGÜEY.- Herenia Celina Pérez Gutiérrez ya perdió la cuenta de los años que ha sido parte de las autoridades electorales: “Imagínate que ya llevo 12 años de jubilada y desde mucho antes estoy en esto –dice- y siempre como secretaria del colegio 5 de la actual circunscripción 150, que antes era la 211. He estado en muchos procesos para la elección de delegados, diputados, referendo y el último fue el del Código de las familias; no soy de ahora”.

Pasadas las ocho de la noche accede a una entrevista rápida porque tiene muchas citaciones que llenar. “¡Es que ya tenemos que entregarlas!”… y sobre la mesa se pueden ver las lámparas recargables que hacían posible la tarea incluso en medio del apagón.

-¿Cómo empezó en esto?

-Me pidieron el apoyo y yo como revolucionaria di mi disposición. Parece que no he hecho tan mal trabajo (sonríe) cuando me han seguido buscando y lo he seguido haciendo. ¡Es un sacrificio!, porque tiene uno que llenar las boletas, te topas con personas que te dicen cosas desagradables y con tu mejor carácter tienes que responderles y llevarlos al convencimiento, tienes que estar en el colegio el día entero, en los tiempos de antes muchas veces regresábamos a la casa a las ocho de la mañana del otro día…. La verdad que lo hago porque me gusta y me siento bien haciéndolo.

-¿Qué tareas desempeña como secretaria?

-Llevo el libro, los partes, el torpedo, entrego las boletas. Cuando terminamos y hacemos el cómputo general nos vamos a la comisión de la circunscripción a entregar la información y nos tiene que coincidir lo que hemos reportado en los partes con lo que no llevamos.

-¿Es muy arduo el trabajo durante el proceso?

-Pues ahora mismo estamos llenando boletas, hay que repartirlas casa por casa, el fin de semana anterior a las alecciones se prepara el colegio el sábado y se realiza la prueba dinámica el domingo, además de la participación en los seminarios de preparación, el casa a casa… no es proceso del domingo de las votaciones y ya, por eso te decía que no es una tarea fácil. Luego nos sucede en todos los proceso que arreglamos los listados de los electores y los devuelven con errores, y hay personas que se sienten mal porque no aparecen, porque los ponen en otro CDR… y entonces tenemos que explicarles y tratar de convencerlos.

-¿Cree que se reconoce a las autoridades electorales?

-Lo que estamos haciendo no es una tarea fácil, y es totalmente voluntario. Creo que es un esfuerzo que se debe reconocer porque no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. En todos los que llevo en esto siempre se ha hecho un proceso muy abierto, muy legal, donde nunca ha habido fraude porque tanto en el momento de iniciar como para abrir las urnas nos ha acompañado todo el que quiere de la comunidad y otras autoridades y han podido ver la transparencia del proceso.

-¿Y su hija también está con usted?

-Sí, pienso que ha seguido mis pasos y me siento orgullosa de eso porque la veo tan dispuesta y decidida a ayudar. Se ha apoyado mucho en mí.

-¿Cuál vivencia recuerda de estos procesos?

-Hace muchos años atrás, cuando íbamos a despachar a Calle Cuba, esa noche estaba lloviendo y allí en ese círculo no había techo donde guarecernos, eran solo los árboles ¡y hacía un frío!… entonces otro compañero que era de Educación y también ha estado en varios procesos, se puso a cantar (él canta bonito) y decía que era para mejorar el ambiente. Esas son experiencias que aunque pasas trabajo te alegran la vida y la recuerdo como algo bonito.

-¿Qué mensaje le enviaría a los electores?

-Quiero que este proceso que vamos a realizar este 27 de noviembre sea con el mayor entusiasmo, tanto de los que estamos en las mesas como de los lectores, que lo hagan con el mayor deseo y con agilidad para que todo nos salga bien y elijan a la persona que mejor los pueda representar.