CAMAGÜEY.- Con Lino Antonio Torres Gómez, escritor que aún no “tiene un nombre”, pero ya suma premios por sus décimas y cuentos, conversamos a propósito de su participación como primer invitado de la peña “Escritores al bate”, a cargo del escritor camagüeyano Pedro Armando Junco, el primer viernes de cada mes en la librería Vietnam Ateneo, a las 11:00 a.m.

-Hábleme de Lili...

-Lili de cuento en cuento es un proyecto de libro de 16 cuentos donde cada uno intenta transmitir una enseñanza: la solidaridad, el compañerismo, saber tomar decisiones.

“Se trata de una niña de nuestros tiempos que, a través de la narración de diferentes situaciones, fomenta valores que le servirán para el resto de su vida. Hay quienes me dicen que tiene forma de noveleta, porque es como una secuencia de la vida de esa protagonista. Transita por la primaria, la secundaria… y cierra con dos cuentos: uno cuando salta a la juventud y se enamora y se casa; el otro cuando llega a la adultez.

“Son cuentos infanto-juveniles, más bien dedicados al público de nueve a 18 años, ese que comprende una parte de la etapa de la niñez y la adolescencia. Es que cuando se piensa en literatura infantil uno se imagina que es para niños de cuatro o cinco años y para ellos se escribe de otra manera”.

-¿Por qué el tema de los valores?

-En la literatura infantil, independientemente de que se escribe para que los niños se diviertan (sobre todo), deben haber mensajes de enseñanza. Los niños tienen que aprender a desenvolverse en la vida, hay que ayudarlos a formar su carácter, a relacionarse con los mayores y los de su edad, a aprender a escuchar para su mejor desarrollo. Eso fue lo que me motivó. Además del manejo del lenguaje, de buscar que el niño juegue con el texto.

-¿Algún motivo especial para escoger el nombre de Lili?

-No, es que es un nombre fácil para los niños y a mí me da la sensación de dulzura. También por la derivación de las flores y el color lila, y sobre todo porque tenía que ser un nombre corto que se le pegara rápido a los pequeños.

-¿Varios de esos cuentos ya fueron premiados?

-Sí, de forma independiente. El primero del libro: La niña más dulce del barrio, alcanzó premio en el último encuentro literario provincial de casas de culturas y Lili y Gomino fue Primera Mención en el encuentro nacional de escritores de la Asociación Nacional del Ciego (Anci) en el 2017.

“También recibió el Tercer Premio en el encuentro literario más importante de la Anci, el concurso nacional literario Luis Braile, del 2019, Diario a partir de un huevo, que ya se había premiado en el encuentro provincial de casas de culturas del 2018”.

-Pero este no es su único proyecto...

-No es el único libro que tengo pero sí al que le puse todo porque me gusta escribirle a los niños. Además, usted los ve en la Feria y ellos son los que más compran y si uno sabe conducirlos por caminos correctos a través de un libro ellos asimilan mucho.

“Es importante escribirle a los niños en estos tiempos de tanta tecnología en los que muchos dicen que los libros de papel tienden a desaparecer. Yo no lo creo así. La relación que se establece con un libro impreso es diferente al digital, y a los niños, a los niños de nuestra tierra, hay que llegarles con nuestra idiosincrasia”.

-Hábleme de sus otros proyectos.

-La gente me conoce más por la poesía, ¡me encanta!, y ese es otro proyecto. Me gusta mucho el soneto, la décima que no puede faltar en alguien que en Cuba haga poesía, y estoy incursionando en la poesía libre, esa que no tiene rima y yo le llamo poesía contemporánea. Habría que ver como se une todo eso en libro porque son diferentes vertientes.

“Tengo también el otro proyecto de cuentos que consiste en unos 12 pero para adultos. Si en el caso de Lili… es secuencial, en este otro hice un trabajo de personajes o temas por trilogías. También en este caso algunos han sido premiados”.

Lino tiene talento. Su maduración la agradece con mucha modestia a los talleres literarios: “Soy tallerista de la casa de cultura Ignacio Agramonte, del taller literario Rubén Martínez Villena. Allí me he formado técnicamente como escritor, la mayor parte del tiempo con Evelyn Queipo, y luego, cuando ella ocupó la dirección de la editorial Ácana, se quedó Xiomara como nuestra asesora”.

Mientras, en medio de sus faenas no deja de escribir, y espera ver hechos realidad los sueños de un libro con todas las de la ley e imagina el título en la portada, el tamaño de las letras, la disposición, los colores…