CAMAGÜEY.- Perú fue uno de los países que solicitó cooperación a Cuba para enfrentar la COVID-19. En la madrugada del 4 de junio, hace hoy un mes, arribó a esa nación la Brigada Henry Reeve, entrenada en situaciones de desastres naturales y grandes epidemias.

Al frente de esta se encuentra el Dr. Raudel Vargas Olivera, camagüeyano que ofreció sus impresiones a Adelante Digital, vía Internet.

El Dr Raudel Vargas, de frente, cuando eran recibidos.El Dr Raudel Vargas, de frente, cuando eran recibidos.El Dr. Raudel dio a conocer que la integran 85 colaboradores de 14 provincias: “La fuerza cuenta con 50 médicos (dos neumólogos, cuatro clínicos intensivistas, cuatro epidemiólogos, cuatro pediatras, cuatro intensivistas, dos anestesiólogos, y los restantes MGI) y 35 licenciados en Enfermería, en su mayoría intensivistas.

“Estamos desplazados en cuatro regiones, Ancash (27), Arequipa (26), Moquegua (16) y Ayacucho (16). Solo no tenemos representación de Sancti Spíritus y el municipio especial de Isla de la Juventud. En mi caso, desde Ancash hago las coordinaciones correspondientes.

“Cinco somos camagüeyanos: los doctores Amalia Ramírez Campins, pediatra; Alain Crespo Rodríguez, clínico; Roberto Juan Marrero Aliaga, médico general integral; la Licenciada en Enfermería Maydel Bello Angeri y yo”.

¿Partieron de Cuba por un periodo determinado?

—Por tres meses, pero estaremos el tiempo necesario, según el Gobierno y el Ministerio de Salud peruanos lo estimen conveniente. El pueblo lo va a agradecer, de eso estamos seguros.

¿Qué puede relatarme del día de la llegada a ese país?

—Fue muy emotivo. Ocurrió 50 años después del terremoto de 1970, que prácticamente destruyó a la ciudad de Huaraz (capital del departamento de Ancash). Por aquellos días llegó la primera brigada médica cubana a Perú, como parte de nuestra ayuda humanitaria que incluyó 150 000 donaciones de sangre ofrecidas de manera voluntaria, entre ellas la del Líder Histórico Comandante en Jefe Fidel Castro. Es por eso que los habitantes del pueblo ancashino manifiestan que en ellos corre sangre cubana.

“Laboramos en Chimbote y no en Huaraz, porque esta ciudad es la más complicada de la región y estamos en el frente de batalla y en la primera línea de contención de la pandemia, junto con los profesionales peruanos.

“Nos han acogido muy bien, tanto las autoridades del Ministerio de Salud, (Minsa), como los gobiernos regionales, encabezados por sus gobernadores. Todos nos están dando el apoyo necesario, se han insertado nuestras brigadas al sistema de salud de aquí, y se desarrolla un intercambio fructífero con sus trabajadores sanitarios. Además, reconocen el alto prestigio de la medicina cubana y su inigualable experiencia en la Atención Primaria.

“Ofrecemos asesoría donde la solicitan, sobre todo en el área de epidemiología, medicina familiar, neumología, entre otras especialidades, y somos fieles a la hora de respetar los protocolos de actuación establecidos para la atención a la COVID-19. Sin dudas, se fortalece la amistad entre los pueblos y aunque algunos se manifiestan inconformes con nuestra presencia, la mayoría nos aplaude y preguntan el tiempo que estaremos aquí.

“Nosotros respondemos: ‘El necesario, mientras nos necesiten permaneceremos en la primera línea de combate, dando lo que tenemos y no lo que nos sobra, entregando solidaridad, altruismo, desinterés, profesionalidad, respeto al ser humano y consagración al servicio público, porque somos servidores de la humanidad’”.

En las pesquisas casa a casa.En las pesquisas casa a casa.

¿Qué situación encontraron ante la COVID-19?

—Muy complicada a nuestra llegada. Hasta ahora, son más de 295 000 los casos positivos y por encima de 10 000 fallecidos, con una letalidad de 3,44 %; sin embargo, hay subregistros porque no todos los pacientes acuden a recibir atención y muchos fallecen en sus casas, algo que complica aún más la situación.

“A pesar de más de 100 días de cuarentena sigue diagnosticándose un gran número de casos cada día y en algunas regiones como Arequipa incrementan sus contagiados. Lima, la capital, con gran complejidad, acumula 162 211 personas con diagnóstico de la COVID-19, y 4 725 fallecidos. Las UCI siguen colapsadas, o sea, que el panorama no puede ser más complejo. Ahora con la reapertura de los comercios, mercados y los vendedores ambulantes, en una economía donde el comercio informal agrupa a más de un 70 %, es lógico que se incremente el riesgo de contagio.

“El Ministerio de Salud pide a la población disciplina y cumplimiento de las medidas de aislamiento, lavado frecuente de las manos y uso de mascarillas para evitar un rebrote y disminuir la cantidad de enfermos”.

El Dr. Eugenio Sollet Soto, Neumólogo de La Habana, ante una de sus pacientes.El Dr. Eugenio Sollet Soto, Neumólogo de La Habana, ante una de sus pacientes.¿Cuál es el desempeño de los integrantes de la brigada Henry Reeve?

—En la Atención Primaria de Salud, en barrido casa a casa; en puestos de salud, en el diagnóstico de casos, seguimiento a enfermos de COVID-19 en sus hogares, en la entrega de medicamentos, en el pesquisaje, la toma de temperatura, procederes de enfermería y en zona roja en centros de hospitalización de casos positivos, la mayoría graves y en las terapias intensivas, siempre bajo el precepto de salvar vidas.

En tantos años con presencia de médicos cubanos en ese país, ¿perciben muestras de agradecimiento y respeto?

—Desde que llegamos a Perú hemos recibido grandes muestras de cariño y gratitud. No las asumimos de modo personal, sino para el pueblo de Cuba, para nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, para Raúl, para el Presidente Miguel Díaz-Canel, nuestro Ministro de Salud Pública, el Dr. José Ángel Portal Miranda y para todos los trabajadores de la Salud en Cuba.

“Destaco sobremanera el apoyo recibido por la Asociación de peruanos graduados en Cuba, médicos e ingenieros en su mayoría, que agradecen lo que representa la Mayor de las Antillas en su formación, en su mayoría continuadores de los principios de nuestra medicina, y la Organización de Solidaridad con Cuba en las diferentes regiones.

“La mayoría de los peruanos nos aclama y aplaude cuando nos ve llegar a las instituciones de Salud”.

¿Cuál es el estado de ánimo de los cubanos a su cargo, sobre todo en tiempos de campañas difamatorias del gobierno de los Estados Unidos?

—Con un gran espíritu de unidad, consagración al trabajo, demostramos que solo nos mueve el amor a los seres humanos, a la vida, a la humanidad, que somos dignos representantes de nuestro gran ejército de batas blancas, que en lugar de bombas traemos de Cuba solidaridad. Aunque se desgasten en juzgarnos como esclavos y espías, puedo asegurar que en los integrantes de nuestra brigada prima la voluntariedad; estamos acá por conciencia, por altruismo, con el único interés de ayudar a un pueblo hermano, que solo nos importa su bienestar y agradecimiento. Estaremos combatiendo en la primera línea por su salud el tiempo que sea necesario.

El Dr. Raudel atesora dos misiones internacionales anteriores. Estuvo en Venezuela y Bolivia, desde noviembre del 2003 hasta febrero del 2009, una a continuación de la otra. Fue subdirector de Economía y Servicios, y subdirector General, de la dirección provincial de Salud en Camagüey durante ocho años.

A finales del 2019 fue nombrado jefe de otra misión en un país latinoamericano; no obstante, en medio de la espera desde la policlínica Ignacio Agramonte y a causa de la pandemia fue llamado a cumplir esta responsabilidad. “Aquí estamos entregados, representando dignamente a la Medicina cubana y a nuestra querida Patria”.