CAMAGÜEY.- Con solo 20 años, Elena Aragón García fue testigo presencial de la entrada a Camagüey de la Caravana de la Libertad, 60 años después, aunque vive en La Habana, regresa a la Plaza de la Libertad para vivir junto a los camagüeyanos esta conmemoración.

“Yo no tenía mucha conciencia de lo que estaba sucediendo, oíamos Radio Rebelde a escondidas en la casa, pero nada maduro todavía, solo nos movía la necesidad de un cambio. Repartí manifiestos, apoyé la huelga del 9 de Abril, pero todo era algo ingenuo.

“Sin embargo, ese primer contacto con Fidel en Camagüey, sentir la agarabía de todo un pueblo que había depositado su confianza en aquellos barbudos, y ver cómo el pueblo reaccionó al discurso del líder rebelde fueron momentos que marcaron mi vida.

“Por Fidel soy maestra, por él me fui a alfabetizar en la Sierra, a él le debo hoy que mi vida haya cambiado. El futuro de las muchachitas de mi época no era otro que dedicarse al hogar, pero gracias a la Revolución hoy estamos en el lugar que merecemos. Fidel es el hombre que cambió mi vida.

“A los jóvenes de hoy, que tienen el referente de lo que era Cuba más lejano en el tiempo, les pido que regresen una y otra vez a la historia de su país, esencial para comprender por qué estamos aquí. Cuba es única por los sucesos de hace 60 años, si queremos mantener esta autenticidad, debemos preservar la Revolución, y para ello lo principal es tener memoria histórica”.