CAMAGÜEY.- Otro Tony Guerrero conocieron, este jueves, los muchachos del Centro Mixto Máximo Gómez Báez. Para ellos, luego del intercambio que sostuvieron con él, dejó de ser el héroe de las fotos alejado e imposible de igualar y comprendieron que fue su amor por Cuba lo que lo llevó a entregar los mejores años de su juventud, sin saber si algún día regresaría junto a los suyos.

El Héroe de la República de Cuba contó a los más de 300 jóvenes que lo escuchaban sobre los 17 meses en el hueco, lo que hicieron él y sus compañeros para resistir un castigo que el máximo permitido es de solo 60 días. “Con un mochito de lápiz que le sacaba punta con las uñas le escribí a mi madre, entre los dos nos dábamos fuerza para resistir, de ese intercambio surgió el libro “Nunca habrá soledad para ti”, con las cartas que conservamos mami y yo”, explicó.

“Ustedes están viviendo en la etapa más épica de la Revolución, pero sé que lo harán a la altura del desafío, porque saben de qué estamos hechos los cubanos, de dónde venimos y sabrán dar continuidad a la obra revolucionaria”. También comentó de su estancia en Estados Unidos, de como es la vida de un inmigrante allí por mucho que te digan lo contrario y te presenten el sueño americano como perfecto.

Los estudiantes se interesaron por lo que lo hizo a Antonio resistir el encierro: “la historia de este pueblo que no ha cedido a las presiones, yo pensaba mucho en el Che, en Martí y en Frank, además de convencimiento de que nuestra labor era para evitar la muerte de ambos pueblos. Es tanto el odio que hoy esos grupos terroristas se mantienen activos pensando y actuando en contra de los cubanos. Por eso nos sancionaron a cadena perpetua y allá adentro, en ese cementerio de hombres vivos, siempre tuve la conciencia de la justeza de mi causa”.

El héroe, el hombre que se reveló ante una juventud con ansias de conocerlo mas allá de su heroicidad, dijo que el 17 de diciembre del 2014 se dio cuenta que durante los años de encierro su interacción con Cuba fue tal que nunca le pareció haber estado tanto tiempo fuera de la Isla. Sin embargo, Tony cerró con la mejor de las enseñanzas, “mis compañeros y yo no pretendemos vivir de lo que hicimos y seguiremos aportando a construir un país mejor.