CAMAGÜEY.- La 104 Liga Cubana de Fútbol comenzó este fin de semana para los Miuras con empate a un gol ante Las Tunas, en un partido marcado por un imperdonable error arbitral que indignó a la afición de la Academia Provincial Amador Fernández de esta ciudad.
Comencemos el recuento por el final, porque el gazapo merece el desajuste cronológico. Cerca del minuto 40 del segundo tiempo, el choque se tornó emocionante, con ambos equipos arriesgando sus últimas fuerzas para romper el empate a uno, pero el árbitro principal Alfredo Sanz decretó el final del partido.
Desde la banca local reclamaron, pero ni Sanz, ni sus asistentes de línea Abel Rojas y Enoydes Calderón, ni el cuarto árbitro Saubel Labañino, se animaron a rectificar el fallo. Dos minutos después, cuando el asesor Antonio Álvarez fue hasta el centro de la cancha para notificarles la falta, ordenaron el regreso de los jugadores para terminar el tiempo reglamentario.
Como la mayoría de los futbolistas ya se habían rehidratado y estaban realizando ejercicios de estiramiento, el reinicio fue un castigo de trámite en el que no se alteraron las estadísticas.
Antes de que el arbitraje cubano sumara otro papelón a su historial, los conjuntos contrincantes habían brindado un buen espectáculo deportivo. Camagüey había dominado el choque gracias a la calidad de su línea central, donde el balón paseaba entre los talentosos botines de Luismel Morris, Raidel Fernández y Armando Coroneaux, y desembocaba en los atacantes Duxney Espinosa y Liván Pérez.
Si el primer tiempo terminó en ceros fue porque el capitán Coroneaux desperdició un mano a mano frente al portero Sandy Sánchez después de una jugada de más de seis toques en ataque. Fue el internacional tunero el máximo responsable mantener su portería virgen en el arranque de la segunda mitad con oportunas atajadas a Espinosa y Pérez.
Al minuto 74, Morris cabeceó un centro de tiro libre en el segundo poste y mandó el balón a la red para colocar un justo 1-0 en el marcador. Ante la desventaja, el Director Técnico (DT) tunero Alain Delfin ordenó el ingreso de Geovany Ayala, jugador histórico del elenco oriental que regresa después de una sanción, para potenciar la ofensiva.
Precisamente Ayala comenzó un rápido contraataque que tomó mal posicionada a la defensa y terminó con el gol de Juan Andreu al minuto 82.
Según el DT anfitrión Mario Matamoros, “los muchachos materializaron lo que habíamos planificado en los entrenamientos. Tuvimos la pelota la mayor parte del tiempo y supimos profundizar, solo nos faltó finalizar las acciones de peligro con goles. Nuestra filosofía es clara: tenemos que ganar en casa o por lo menos, igualar”.
Este no fue el único empate en la zona oriental, donde se agrupan cuatro de los cinco mejores equipos de la pasada edición del torneo, pues los desafíos entre Santiago de Cuba-Guantánamo y Ciego de Ávila-Sancti Spíritus también terminaron 1-1. Solo los holguineros en su regreso a la máxima categoría del fútbol nacional consiguieron tres puntos al superar a Granma dos anotaciones. En el apartado occidental, los favoritos La Habana, Artemisa y Cienfuegos salieron victoriosos, mientras Matanzas y Mayabeque pactaron las tablas a ceros.
Este miércoles, los Miuras, que pasan por una renovación generacional tras la salida de atletas experimentados que conformaron la base de la formación que se tituló hace cuatro años en el Campeonato del Centenario como los hermanos Andry y Ángel Horta y Dagoberto Quesada, viajarán a Morón para enfrentar a los tiburones avileños.