CAMAGÜEY.- Los Toros de la Llanura navegan a la deriva hacia el sótano de la 63 Serie Nacional de Béisbol, tras otra semana de resultados adversos ante Santiago de Cuba y Sancti Spíritus. Una victoria el pasado domingo y cuatro fracasos, marcaron hasta este viernes la suerte de los nuestros, que cayeron hasta el decimosegundo puesto de la tabla general.

Análisis de aficionados en las gradas y las redes sociales colocan como principal causa del naufragio a la partida de los cuatro principales ases del pitcheo a contratos en el exterior, pero si tomamos como botón de muestra los cinco choques de esta semana, nos percatamos de que solo en la derrota del jueves 9-3 ante los Gallos nuestros lanzadores admitieron más de cinco carreras. El sábado la caída ante las Avispas fue con pizarra de 3-2 y un día después la única jornada de felicidad fue por 7-4. En Sancti Spíritus los reveses de martes y miércoles se reflejaron en el marcador por 3-1 y 2-1.

¿Entonces es el bateo el “culpable”? Ni tanto, la batería se ha mantenido pegando casi una decena de imparables por juego, pero la producción de carreras ha sido extremadamente baja. Ha faltado oportunidad, como se acostumbra en las rachas negativas de Camagüey, factor que baja los ánimos en el dogout y crea desesperación en el cuerpo técnico. La defensa ha fallado asimismo en momento clave, otro Sambenito nuestro.

Pero más allá de cálculos, este redactor considera que el factor determinante en estos resultados es subjetivo: la pérdida de liderazgo. Tanto en el bullpen, con las ausencias de José Ramón Rodríguez y Dariel Góngora, como en la batería, con las bajas por lesión de Alexander Ayala y el capitán Luis González Azcuy, el grupo ha quedado huérfano de voces de mando y hombros que asuman la presión. La responsabilidad ha sido demasiada para los más jóvenes, aunque algunos como Leonel Moas, Ermindo Escobar, Michael Thompson, Yosmel Garcés o Marlon Soriano mantienen a flote la estructura.

Lo cierto es que solo restan diez partidos para completarse la etapa clasificatoria y, calculadora en mano, nos percatamos que solo un repunte de al menos seis triunfos podría meter a Camagüey en la postemporada. La lucha por llegar a los play off luce espectacular, con cuatro conjuntos empatados entre los puestos ocho y once. Los discípulos de Marino Luis tienen la posibilidad en sus manos, pues las novenas que le restan por enfrentar son rivales directos. Eso sí, hay que comenzar por superar par de veces a los espirituanos este fin de semana, para regresar al estadio Cándido González con esperanzas numéricas y tratar de ganar la subserie frente a Matanzas, séptimo del escalafón. Cierran con tres salidas al terreno del José Ramón Cepero contra los Tigres avileños, quienes actualmente se ubican sextos. Todavía se puede enderezar el rumbo.