CAMAGÜEY.- Con tres victorias y una derrota transcurrió la última semana de los Toros de la Llanura en la 61 Serie Nacional de Béisbol. Cerró también un último tercio de 13 sonrisas y 12 fracasos en el que por momentos la afición se esperanzó, pero la triste realidad de esta temporada fue que los discípulos de Miguel Borroto nunca estuvieron en zona de clasificación.
La suerte estaba echada desde aquella nefasta gira central que dejó al descubierto la mala preparación de los nuestros para afrontar el inicio del torneo, que incluyó derrotas ante Cienfuegos, colista de la tabla. Otros duelos con resultado adverso ante conjuntos con menos material y talento en sus filas, como Artemisa, Holguín e Isla de la Juventud fueron determinantes.
Por departamentos, el pitcheo, que se presumía sería de los peores del campeonato, terminó séptimo en promedio de carreras limpias con 4.85 y el staff de abridores en el quinto lugar con 4.27. Destaque individual para el derecho José Ramón Rodríguez, líder en victorias del certamen con 11 y solo tres descalabros, mismo registro que el industrialista Pedro Álvarez, quien pudiera tener otra salida en los próximos días, y primero en ponches con 76.
El bateo fue la gran decepción, al ubicarse en lugar 12 con average de .289, consecuencia de que el resto de los bateadores no estuvieron a la altura del cuarteto Leonel Moas Jr. .333, Alexander Ayala .361, Yordanis Samón .350 y Leslie Anderson .355. En defensa quedaron en el noveno escaño con .969.
Pues eso, otra vez Camagüey al decimotercer escalón de la clasificación, un lugar común en la historia de nuestro béisbol. Regresa nuevamente el debate sobre la permanencia de Borroto en el puesto de mando y las críticas sobre la calidad del proceso de formación de peloteros. Lo cierto es que la deficiencias en el entrenamiento, la salida a última hora de figuras establecidas, los errores tácticos de la dirección y la falta de garra de varios jugadores trajo a los Toros hasta aquí.