CAMAGÜEY.- Camagüey conjugó este jueves algunas de las virtudes por las que buena parte de su afición insiste en defenderlo… y también muchos de los defectos por los que otros menos entusiastas (o más racionales) hace tiempo renegaron de sus colores. Fue así como los Toros lograron dividir honores en su jornada de dobles cotejos frente a Santiago de Cuba, un resultado magro pero no tanto como pudo haberse esperado.

Tras él, las cosas siguen más o menos como al comienzo del día, y ya eso es bastante que decir para la tropa que conduce Orlando González.

Me explico; si bien al amanecer los nuestros archivaban balance de 18 triunfos y 21 derrotas, ubicándose en el onceno puesto de la tabla (a dos rayas completas de la franja de los ocho primeros), y el armisticio con que se marchan al hotel no les permitió alterar el ordenamiento de selecciones, sí “alcanza” para mantenerse en una difusa “zona de acecho” en la que también sientan plaza Ciego de Ávila e Isla de la Juventud.

Tocará esperar por lo que mañana pueda suceder en el último compromiso de este calendario regular en el “Cándido González”, tras el cual los nuestros viajarán hasta Las Tunas para una impredecible reedición del play off del comodines con que el año pasado dejaron en la cuneta a los Leñadores.

De lo ocurrido hoy en el Parque de la Avenida 26 de Julio lo más significativo fue la buena estrella de Dariel Góngora en su pitcheo durante ocho y un tercio, en el segundo desafío de la cartelera. Para la victoria de 4-3 con que los agramontinos devolvieron el golpe de la primera hora (cuando cayeron 3-7, a la cuenta de Yariel Rodríguez) fue necesario conjugar la meritoria defensa de los jardines protagonizada por Dariel Avilés, Leonel Moa hijo y Orlando González (el fildeo de este último contra los colchones en el noveno, sobre conexión de Edilse Silva y con uno en circulación, fue sin dudas la jugada de la fecha), con el noveno salvamento de Carlos Pérez, y los buenos aportes ofensivos de Moa (tres incogibles) y Jorge Cardoza (con soberano vuelacercas por la banda izquierda, para los dos primeras anotaciones de los tricolores).

En el horario matutino la historia mostró el reverso de la moneda. A todas luces, Yariel Rodríguez ya “sobraba” en los inicios del sexto inning, y ni Alexis Mulató ni Frank Madan fueron bien manejados en su misión de poner coto a la ofensiva indómita. Falta la decisión oportuna en la dirección de los monticulistas… como ha sido a lo largo de casi toda la temporada.

Aunque las posibilidades camagüeyanas de sumarse a la segunda fase son ya una práctica utopía, mañana viernes su único objetivo deberá ser superar a los de la Ciudad Héroe y prepararse para encarar –lo mejor posible-- a los actuales líderes de la Serie. Pretender menos resulta insensato, en particular cuando se sale al terreno para medirse a un equipo que en sus últimos diez encuentros ha podido celebrar solo par de victorias.

Sin embargo, como decía, Camagüey es un equipo lleno de virtudes pero capaz de mostrar sin reparos inconcebibles defectos.