CAMAGÜEY.- En la novena jornada de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 será recordada como la del repunte cubano, gracias a las aplastantes salidas de los luchadores Mijaín López y Luis Orta y los boxeadores Roniel Iglesias y Arlen López, que aseguraron sus boletos a las finales de sus respectivas divisiones.

Mijaín comenzó en la noche a empujar a la comitiva nacional y a todo el rival que se le presentó en frente en los +130 kilogramos del estilo clásico. Sus primeras victorias por superioridad técnica sobre el actual campeón europeo, el rumano Alin Alexuc-Ciurariu, subcampeón mundial de 2018, en las semifinales, por superioridad técnica de 11-0 y por la misma vía, pero 8-0, contra el titular asiático Amin Mirzazadeh.

Mientras, en el colchón contiguo el 60 kilogramos Luis Orta no quiso ser menos que su compatriota y superó al estadounidense Ildar Hafizov (5-0), y luego al estelar ruso Sergey Emelin con cerrado 4-3. Orta sorprendió a todos en el Makuhari Messe Hall, a todos menos a sus entrenadores Raúl Trujillo y Filiberto Ascuy, que entre consejos técnicos le gritaban: “él no puede contigo”.

Con esas sensaciones mandaron a la cama a millones de cubanos que los seguían por la televisión y que luego amanecieron temprano para verlos en semifinales, donde tenían sus mayores retos. No obstante, el Gigante de Herradura demostró que nadie constituye peligro para él y se plantó nuevamente en el camino del turco Riza Kayaalp. Fue un buen pulso entre tinanes que el criollo hubiese resuelto de manera más holgada si no fuera por la decisión arbitral del quitarle dos puntos que había logrado por un desbalance, pero el marcador final fue 2-0.

Orta, por su parte, siguió su paso eléctrico y dio un recital técnico al moldavo Victor Ciobanu, subcampeón mundial, hasta decretar superioridad técnica de 11-0. Mañana tendrá la oportunidad de coronar lo que ya es una actuación formidable, si logra imponerse al doble monarca del orbe, el japonés Kenchiro Fumita. Para López la misión de convertirse en tetracampeón olímpico se vislumbra más sencilla ante un gladiador como el giorgiano Kajaia.

Otro histórico cubano que ya subió a lo más alto del monte olimpo en Londres 2012, el tirador holguinero Leuris Pupo, se ubicó octavo en la primera etapa de la pistola automática a 25 metros al acumular 290 puntos. Su compañero de escuadra, el jerarca panamericano Jorge Félix Álvarez, sumó 287 unidades y terminó en el puesto 13 de la clasificación, que lideraron los franceses Clement Bessaguet y Jean Quiquampoix, con 297. El próximo lunes ambos volverán a la línea para completar los restantes 30 disparos de la lid.

En la mañana el boxeo vivió otro cartel exitoso, aunque la derrota del supercompleto camagüeyano Dainier Peró rompió la racha perfecta. El primero en subir al cuadrilátero fue el pinareño Roniel Iglesias y bajó sonriente y con el pasaje a la discusión del título tras aplastar 5-0 (29-28, 29-28, 30-27, 29-28 y 29-28) al ruso Andrei Zamkovoi. Arlen López (81 kilogramos) también siguió a la final, pero por un camino mucho más complicado, porque el cubano-azerí Loren Berto Alfonso vendió bien cara su derrota por decisión dividida.

El pinareño Lázaro Álvarez estiró hasta 13 el número de triunfos consecutivos del llamado Buque Insignia del deporte criollo a costa del tailandés Chatchai-Decha Butdee, otro que dio un gran espectáculo y cedió 3-2.

El fracaso de Peró al cierre de la cartelera hay que escribirlo entre comillas en la historia de esta sita, pues muchos especialistas coinciden en que aventajó al estadounidense Richard Torrez Jr., pero el lamentable estado físico con que terminó el combate, en contraposición la actitud ofensiva de su adversario durante los tres asaltos, condicionaron el voto dividido de los jueces. Para nuestro muchacho de 20 años debe quedar la moraleja que en su categoría no basta con marcar más golpes, hay que mostrar más disposición y fortaleza para convencer, y más en los últimos minutos.

Liadagmis Povea confirmó esta mañana el paso inestable de los representantes de la Mayor de la Antillas en el atletismo al culminar en la quinta plaza del evento de triple salto femenino. Aunque su secuencia de saltos fue estable (14.70m, 14.70m, 14.52m, 14.31m), 14.38m, y 14.50m), no pudo acercarse a su mejor marca (14.93), algo que si lograron la portuguesa Patricia Mamona y la española Ana Peleteiro, quienes se colgaron las preseas de plata y bronce, respectivamente.

El oro de esa modalidad ya tenía dueña, pero igual la venezolana Yulimar Rojas quiso regalar el mejor solo de saltos de todos los tiempos: primero quebró la barrera olímpica con 15.41 metros y luego implantó una nueva plusmarca mundial con 15.65 metros. Los cubanos disfrutamos la de igual manera el hito de Rojas, a sabiendas de que en gran parte es fruto del trabajo como entrenador del gran Iván Pedroso, también técnico de Peleteiro.

El valor simbólico de las medallas aseguradas hoy no evitó que nuestro país descendiera al escaño 59 de la tabla general que lidera hace tres días la comitiva china, ahora con 24 coronas, 14 subtítulos y 13 terceros lugares. Los otros dos puestos del top3 se invirtieron, pues Estados Unidos acumuló 20-23-16 y relegó a Japón (17-5-9) al tercer escalón.