Su inclusión en los planes de la educación superior permitirá una mayor profesionalidad y práctica científica de esa disciplina, hasta ahora estudiada a través de postgrados y de forma autodidacta por especialistas de otras formaciones afines, explicó Iosvany Hernández Mora, presidente del comité organizador del evento.

El director del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, refirió que la profesionalización de ese campo contribuirá a cambiar la representación social desvirtuada que se tiene de la especialidad, con una función esencial en la conservación del patrimonio.

Aunque en Cuba no existe una tradición de enseñanza universitaria de esa ciencia, sí hay personal capacitado que pudiera impartirla como licenciatura al menos en una casa de altos estudios del país, acotó Hernández Mora.

La demanda de la apertura de esa carrera quedó recogida en un manifiesto resultante de este primer simposio, donde además se reflejaron otras inquietudes de la comunidad arqueológica cubana en materia de legislación y modelos de gestión patrimonial.

También se debatió sobre la pertinencia de aplicar estrategias que revitalicen la dimensión social de la arqueología, una de las preocupaciones más recurrentes entre el centenar de participantes del simposio.

El próximo encuentro se desarrollará en 2017 y tendrá como tema central la perspectiva arqueológica hacia el patrimonio cultural subacuático.   

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