CAMAGÜEY.- Durante el 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques. La iniciativa significó un llamado al planeta no solo para la conservación de los espacios verdes de la Tierra, sino para la protección de todas las especies vegetales y de cuya presencia depende la vida en general.

El Día Internacional de los Bosques o Día Forestal Mundial resultó una recomendación del Congreso Forestal Mundial efectuado en Roma, aceptada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO, El día elegido, el 21 de marzo, coincide con la entrada de la primavera en el Hemisferio Boreal y con la del otoño en el Austral.

Con esta celebración la humanidad reconoce la importancia de todos los tipos de bosques e intenta generar conciencia al respecto. Desde hace ya muchos años decenas de países adoptan medidas encaminadas a preservar y hacer proliferar los bosques en campañas cada vez mas extendidas en la población, en espacial en los entornos de las áreas urbanas desvinculadas cada vez más de los árboles y por tanto mas vulnerables a extensos períodos de sequía y variaciones notables en el cambio climático de su entorno.

El tema del Día Internacional de los Bosques elegido por la Asociación de Colaboración en materia de Bosques, ha designado este año 2017 el tema “Los bosques y la energía” con campañas en favor de saber aprovechar la energía emanada de estas coberturas vegetales, con la presencia de lluvias, brisas, humedad y clima.

Debido a que no existe una fecha mundialmente reconocida para llevar a cabo el Día del Árbol, el Día de los Bosques ha unido a todos estos países con aquellos iguales propósitos de crear acción y conciencia.

En Cuba, país que a lo largo de los años ha ido extendiendo su cobertura boscosa, la política gubernamental ha trazado patrones capitales para la defensa forestal, lo que le permite la recuperación de tierras y mejorar las condiciones climáticas y edafológicas a lo largo y ancho del país, incluyendo las fajas costeras con el rescate de manglares, verdaderos filtros de aguas residuales y contención de la agresión marina en las costas bajas.

Pantanos, humedales, montañas llanuras y sabanas, constituyen paisajes de la geografía cubana por el pueblo en función de conservar el patrimonio más importante y armonioso de la Naturaleza·