CAMAGÜEY.- Sean Spicer, vocero del veleidoso presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció en conferencia de prensa que la Casa Blanca hace una revisión completa de las políticas estadounidenses hacia Cuba, con “enfoque en los derechos humanos, como parte de un compromiso con los ciudadanos de todo el mundo ”.

Cualquiera que haya seguido la resistencia y el sufrimiento del pueblo cubano frente al más prolongado bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos en el planeta y supo de las recientes declaraciones del vocero de marras, pensaría de inmediato -aunque parezca una utopía- que Trump quitará por fin ese engendro diabólico inhumano que pesa sobre las familias cubanas dentro y fuera de la Isla caribeña, y perjudica a numerosos países del orbe que son multados cuando tratan de “violar” ese crimen ¿legal?, derrotado muchas veces en las Naciones Unidas.

Otros, de inmediato, podrán afirmar que el flamante presidente USA cerrará la cárcel internacional de torturas de la base naval de Guantánamo, ocupada en contra de la voluntad de la mayoría de los cubanos y hasta se alegrará de que si el asunto de la revisión de las políticas se sustenta en los derechos humanos, por fin, los ciudadanos estadounidenses podrán viajar libremente a Cuba y los empresarios de la gran potencia mundial comercial sin restricciones, incluida la liberación del dólar americano, prohibido pese al sutil “acercamiento” del saliente Barack Obama.

Ojalá que el análisis de la Administración Trump sea profunda y universal, y valore el papel de Cuba en defensa de la paz, de los derechos humanos de la Isla caribeña y en cualquier punto de la tierra donde un ser racional sufre y los cubanos acuden para salvar vidas y compartir lo poco que tienen a causa del brutal bloqueo que prohíbe, hasta la adquisición de medicamentos y tecnologías médicas desde los Estados Unidos, “meca” de la democracia y los DDHH.

Antes de que el representante de Washington activara el controvertido tema en la palestra de la expectativa mediática, el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, en la V Cumbre de la Celac en República Dominicana el pasado 25 de enero, expresó que la voluntad de Cuba es la de continuar el diálogo y la cooperación en interés común con el actual Gobierno, sin concesiones respecto a la soberanía e independencia de la Isla.