CAMAGÜEY.- La historia del bloqueo se repite. Generación tras generación sufre la desprestigiada medida aplicada contra Cuba durante más de 50 años por las administraciones norteamericanas.

Es bueno recordarles a los niños y jóvenes en qué circunstancia se produjo el diferendo entre Cuba y Estados Unidos que perdura —hasta hoy— casi inamovible.

El Gobierno Revolucionario decretó, en breve tiempo, varias medidas de impacto popular, desde la universalización de la educación, la salud, la seguridad social, hasta la rebaja de los alquileres y de las tarifas eléctricas y telefónicas.

La primera Ley de Reforma Agraria minó a Estados Unidos en su avaricia de apoderarse de Cuba, a las buenas o las malas, y fue un catalizador para acelerar la nacionalización del resto de las propiedades norteamericanas y de la oligarquía nacional.

Palabras claves: campañas de mentiras, aislamiento diplomático, actos terroristas, agresión armada, en fin, un sinnúmero de acciones que elevaron entre los cubanos el sentido de resistencia ante los planes de matar al pueblo de hambre y enfermedades.

Las pérdidas ocasionadas a Cuba por el bloqueo son multimillonarias. Ningún sector está ajeno a esa realidad: la salud pública, educación, seguridad social y sectores básicos de la economía. Enumerarlos uno a uno sería una larga lista, pero uno de los más dañados es el de la alimentación.

Pongo otro ejemplo: el sector de la energía y minas. Se estiman los efectos desde abril del 2015 a abril del 2016 en 106 millones 352 561 dólares, equivalente a 61 millones más al compararlo con el período precedente.

Barack Obama tiene prerrogativas presidenciales para anular algunas de las medidas del bloqueo. ¿Por qué no posibilita que entidades cubanas abran cuentas corresponsales en bancos de Estados Unidos o anula la perniciosa política financiera?

Un buen paso de Obama sería autorizar las exportaciones directas de productos estadounidenses a empresas cubanas, acceder a que compañías norteamericanas realicen inversiones en Cuba, por citar solo algunos. Los otros aparecen en el informe que próximamente presentará Cuba en la ONU.

No es menos cierto que en el período comprendido de abril del 2015 a abril 2016, son observados algunos avances en las relaciones bilaterales, en particular, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas, precedida de la justa exclusión de Cuba de la relación de países patrocinadores del terrorismo.

A pocas semanas de que entregue el trono, Obama está a tiempo de reaccionar y cumplir lo dicho por él en marzo de este año en La Habana, de que el bloqueo es obsoleto y debe eliminarse.