CAMAGÜEY.-¿Cree que Posada Carriles estuvo involucrado en el atentado de Cubana de Aviación de 1976? La interrogante tiene sus enormes visos de ingenuidad, e inmediatamente el lector, familiarizado con la tragedia, respondería que sí. No obstante, a esta pregunta lanzada en la página digital del Miami Herald, 1 299 personas contestaron de manera afirmativa, y la increíble cifra de 580 votó a favor de indultar, de toda culpa, al tristemente célebre terrorista.

De regreso a Cuba el viaje CU-455 traería excelentes noticias a su patria. Una delegación de esgrimistas había participado de manera exitosa en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte. Imagino una honda alegría en esos juveniles rostros poco antes de subir las escalerillas de la nave. ¿Qué clase de almas son capaces de apagar esa llama? ¿Cómo es posible que todavía encuentren cobija en tantos corazones?

Desesperación, impotencia, un indescriptible pánico, la suposición del final de sus días, piense por un momento cuántas sensaciones pudieron haber experimentado los tripulantes en ese reducido espacio, tras el efecto de los explosivos C4. Cuando vemos que todavía existen humanos que ponen en duda esta penosa realidad y niegan los hechos, como si de un pasaje ficticio se tratara, sentimos con mayor enardecimiento el dolor de las imágenes en blanco y negro de las madres llorando la pérdida de sus hijos.

Siniestros de tal envergadura siempre han tenido un ideólogo común: el Imperio norteamericano. ¿Será ensañamiento de este pequeño archipiélago sobre ese país amante de las democracias descritas por sus millonarios? La historia silencia a los injustos, a quienes celebran los servicios de los mercenarios Luis Posada Carriles y Orlando Bosch a la CIA, a los que no reflejan el más mínimo desdén hacia el modus operandi de Freddy Lugo y Hernán Ricardo, ejecutores del plan para acabar con la vida de los pasajeros.

Las horas pasan, así como los días, el tiempo. Este 6 de octubre, el calendario vuelve a marcar la funesta fecha, pero después de 40 años muchas conciencias siguen igual de engañadas. La mayoría de las manipulaciones emanan del mundo de los medios que no son más que ecos de los centros difamatorios, como los de la mafia de Miami, que solo sueñan con la caída de nuestra Revolución Cubana a cualquier precio, al punto de inculparla con la absurda acusación de un autoatentado. Qué otras hipótesis se pudieran esperar porque según juzgan, así actúan.

Hay una lista demasiado extensa de mezquindades que apuntan al corazón de la Cuba socialista y la explosión del vuelo 455 de Cubana de Aviación, sin dudas, ha sido una oportunidad para materializarlas. A pesar de ello, la Mayor de las Antillas, no cede. Evoca a sus hijos fallecidos en ese oscuro acontecimiento con la más noble de las venganzas: la de encarar el futuro con la misma sonrisa digna y victoriosa que ostentaron los jóvenes deportistas en el lugar más elevado del podio.

Todavía por las calles de Miami pululan hombres como Luis Posada Carriles, inmune por derecho de gente tan ilustre y pacífica como Ileana Ros-Lehtinen y George W. Bush. Ellos podrán entregar su voto a un igual, pero usted y yo, sabemos que por muchas justificaciones que pongan sobre las cortes para limpiar su expediente, tiene culpa, planificó la manera exacta de poner la bomba… ¿y qué?

Crimen de Barbados (VIDEO)

Día de las víctimas del terrorismo de Estado  (Infografía)