CAMAGÜEY.- Dígase personas mayores, personas de edad, adultos mayores, o como sea, resulta muy halagador conocer que cada bebé al nacer en esta provincia lo hace con una esperanza de vivir casi 79 años, sea hembra o varón.

Esa es una manera loable de reconocer cuánto garantiza el Estado a sus ciudadanos, sobre todo en torno a su salud, y en un día como hoy, 1ro. de octubre, Día Internacional de las Personas Mayores, dedicado a ese segmento poblacional, no podíamos pasar por alto el tema.

En la provincia de Camagüey el 18,96 % de las personas pasan de los 60 años de edad, y es la octava más envejecida de Cuba, país que del total de sus habitantes, el 19,3 % está en ese grupo etario. Los municipios que aquí sobrepasan la media nacional son: Guáimaro, con el 21,38 %; Camagüey, 20,18 % y Florida, 19,44 %. Hasta hoy son 152 los centenarios.

El Doctor Jesús Lázaro Regueira Naranjo, especialista de 2do. Grado en Medicina General Integral, Máster en Longevidad Satisfactoria y jefe de la sección del Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental en la provincia, dio a conocer que los territorios más envejecidos son Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus.

Actualmente el grupo de cero a 14 años registra el 17,3 %; la fecundidad exhibe 1,67 hijos por mujer, y no siempre paren hembras, quiere decir que en esos casos el reemplazo no se garantiza.

Las autoridades no han quedado de brazos cruzados. En esta provincia suman 14 los hogares de ancianos; 13 estatales y uno religioso, con 1 092 capacidades; 24 casas de abuelos, con 835 beneficiados, y una de estas dedicada a discapacitados en el municipio de Vertientes, con 40 plazas y la segunda en Cuba.

Pero la voluntad no queda allí, y es por eso que expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) instan a actuar contra el edadismo o la gerontofobia, algo que creo muy justo. No hacemos nada y lo digo con conocimiento de causa, pues ya paso de los 60, si decimos a toda voz ese porcentaje de una población que pasa de las seis décadas, en este caso la camagüeyana, y luego no se le ofrece la oportunidad de demostrar cuán importante ha sido su contribución a la sociedad.

De acuerdo con las estadísticas se estima que para el 2020 sea del 21,37 % quienes superen la edad que los enmarcan en el grupo de mayores; mientras, para el 2030 se vislumbra el 26,40 %. Uno de cada cuatro camagüeyanos tendrá 60 años o más.

Al ocurrir esto no basta con sentir satisfacción, sino que debemos prepararnos todos; primero, hay que preocuparse por elevar la natalidad y así lograr un equilibrio, pues de lo contrario, cuando esos añosos no puedan trabajar y aportar a la economía del país, ¿quiénes los sustituirán?; y luego, pensar y repensar, ¿cómo son mejoradas las condiciones para estos?, ¿cómo atenderlos mejor?, ¿quién o quiénes se responsabilizan de su bienestar? La familia constituye un eslabón vital en tal sentido.

Al convivir varias generaciones en un hogar es cierto que los niños juegan, pero el piso debe quedar libre para evitarle las barreras en casa y así cuidar al anciano de caídas, en muchas ocasiones eludibles. Este no es un fardo que envejece y se echa a la basura.

Con la abuelita y el abuelito hay que conversar, tenerlos en cuenta, no hacerlos sentir un estorbo y mucho menos quitarles sus comodidades. La familia cubana lleva esos valores dentro; sin embargo, no es ocioso que todo aquel que habite este planeta esté llamado a tomar conciencia de actitudes negativas y discriminatorias por razones de edad.

Por eso el lema del actual 2016 a nivel internacional es: Actuemos contra el edadismo, llamando la atención sobre los estereotipos negativos y las ideas falsas acerca del envejecimiento. Y diría más: actuemos contra el edadismo todos los días.