CAMAGÜEY.-El nombramiento del general Néstor Roverol como nuevo ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela desató la cólera de la Fiscalía Federal de Nueva York, que casi parejamente con la designación lo acusa, supuestamente, de ser uno de los principales narcotraficantes del titulado Cartel de los Soles.

“Es un agravio a la justicia norteamericana”, declaran los hipócritas impugnadores, como si realmente les interesara que los que ocupen responsabilidades en el Gobierno del presidente Nicolás Maduro fueran personas próvidas, cuando todos sabemos que lo que persiguen es desacreditar a quienes ejercen cargos gubernamentales aquí y trabajan por sacar el país de la adversa situación en la que lo ha colocado la brutal guerra económica desatada por la oligarquía interna y las fuerzas del imperialismo que se mueven en el exterior y que tienen su sede en territorio estadounidense.

Ningún medio de las trasnacionales de la información ha insertado una sola línea del descarado fraude que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) cometió para solicitar el referendo revocatorio del mandatario Nicolás Maduro, cuando en las firmas recogidas para presentarlas ante el Consejo Nacional Electoral se encontraban 10 000 rúbricas de personas fallecidas, 9 333 de electores inexistentes, 3 000 de menores de edad y 1 300 inhabilitados en los registros.

Tampoco ha habido un solo cuestionamiento del desacato cometido por la directiva de la Asamblea Nacional que tomó juramento a tres diputados de la región amazónica suspendidos, acusados de fraude y sujetos a investigación y que por decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) habían sido vetados a ocupar dichos cargos hasta tanto terminara el proceso seguido contra ellos.

Esta violación de la ley tuvo por el TSJ una severa advertencia de que “ tomará las acciones y procedimientos judiciales a que haya lugar, a fin de exigir las responsabilidades respectivas y mantener el orden judicial”, al igual que lo hizo el contralor general de la República, Manuel Galindo y el Defensor del Pueblo, Tarek Saab, quienes declararon que tales procedimientos solo buscan inducir una crisis política y jurídica que entorpezca la gobernabilidad del país y altere la paz social.

Por su parte, el presidente Maduro, en su programa trasmitido por Venezolana de Televisión declaró que ha iniciado consultas con la Contraloría General y el TSJ ante la posibilidad, como jefe de la Hacienda Pública, de interrumpir la emisión de capitales al Parlamento ( de mayoría opositora) por violar la Constitución y desacatar de manera continuada las decisiones del poder judicial, tanto por el fraude cometido en la petición del revocatorio, con miles de firmas falsificadas, como ahora con la juramentación e investidura de tres parlamentarios suspendidos por irregularidades durante su elección, aunque siempre se garantizaría de manera directa, el salario de los trabajadores.

En la agenda contra la nación bolivariana está en estos días impedir que Venezuela ocupe la presidencia pro-tempore de Mercosur, como le corresponde por orden alfabético, al dejar el cargo Uruguay, que la ostentaba hasta ahora durante seis meses, según el reglamento del organismo integrador sudamericano.

El boicot, consensuado por una llamada Triple Alianza, de Argentina, Brasil y Paraguay, según denuncia de la Cancillería bolivariana, pretende, mediante el enmascaramiento de maniobras leguleyas declarar un supuesto vacío de dirección en el bloque económico y así usurpar el derecho de Venezuela a ocupar la presidencia, propósito que debe quedar zanjado en los próximos días.

Dentro de la estrategia de crear una matriz pública de opinión adversa al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que pueda justificar cualquier tipo de acción de sus enemigos, está el de “machacar” a través de todos, o casi todos los medios de difusión masiva contrarios, para dimensionar hasta el extremo las dificultades que enfrenta el país, la mayor parte creadas por la oposición interna y externa que se niega al diálogo y boicotea todos los esfuerzos por resolver los problemas de abastecimiento a la población de los artículos de primera necesidad, y la otra por los bajos recursos financieros que aporta la renta petrolera, la mayor fuente de divisas de la nación.

No obstante ello, el país avanza hacia el objetivo de encontrar vías de sustentación económica que no la hagan depender solo del petróleo, que ya comienzan a dar sus primeros frutos y, recientemente, fue creada la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, a la que se sumaron 570 empresas productivas que representan el 70 % de la existentes en el sector privado y estatal del país, y lo cual redundará en una mayor distribución de bienes y servicios para el pueblo, mientras, por otro lado, la gobernabilidad de la unión cívico-militar liderada por Nicolás Maduro se ve cada día más fortalecida, demostrada por su capacidad de enfrentar y vencer todas las maniobras hostiles de los enemigos de la patria chavista.