Camagüey.- Cuando ella me contó no lo creía. Era difícil escuchar una realidad que hasta el momento sentía lejana. Mi corazón se apretaba con cada palabra. La que me confesaba sus penas era como mi hermana y yo en la distancia no podía hacer nada.

Cifras aportadas por organismos internacionales refieren que hasta el 70 % de las mujeres experimenta violencia en el transcurso de su vida.Como no me corresponde decir su nombre real, la llamaré... Alicia (fue el primero que vino a mi mente en el afán de ocultar el verdadero). Bueno, Alicia rompió hace unos días un manto de silencio que la afectaba en el interior del hogar. Su novio de más de 5 años le pegaba.

Las “dosis” de maltrato comenzaron hace tiempo. Al principio ella no pensó que los insultos y las amenazas se convirtieran en humillaciones y estas a su vez en golpes. Sin darse cuenta pasó del querer al temer. Aún así, hoy siguen juntos. ¿Por qué lo perdona?, yo también tengo esa interrogante.

Alicia solo se ha atrevido a revelarle sus pesares a pocas personas. Pero no siempre ha encontrado la comprensión que busca. Uno de sus mayores dolores se lo produjo su mamá quien de algún modo justifica una y otra vez al victimario. Su papá y su hermano, no saben nada, “¿cómo reaccionarían?”, me pregunta ella.

En todas las relaciones humanas surgen conflictos y las parejas no escapan. Discutir con tu compañero (a) puede considerarse normal hasta cierto punto porque no somos iguales. Pero cuando entran a escena los gritos y golpes, todo cambia.

Lo cierto es que este problema social crece a nivel mundial. Se estima que una de cada tres mujeres ha sufrido el maltrato en algún momento de su vida, incluso los expertos hablan de incluirla como una de las primeras quince causas de enfermedad y muerte en 2020.

En el contexto cubano, el enfrentamiento a la violencia está estrechamente vinculado con la eliminación de estereotipos sexistas al interior de la sociedad y con la participación de la mujer en todas las esferas de la vida.

El artículo 41 de la Constitución, por ejemplo, consigna la igualdad de todos los ciudadanos y los 42 y 44 prohíben cualquier tipo de discriminación, sin embargo el Código Penal no hace referencia específica sobre la violencia doméstica.

No se puede negar el trabajo de las Casas de Orientación a la Mujer con respecto a un asunto escabroso y sensible para buena parte de las personas, no obstante, el desarrollo del país y la evolución de la problemática de género a nivel internacional, demandan la actualización del Código de Familia, sin cambios desde 1975.

Nos toca como periodistas hacer más desde el punto de vista comunicacional a la hora de mostrar las complejidades de este tipo de conflictos, así como su incidencia en el desarrollo psicosocial de menores implicados.

No puede pensarse que solo los materiales educativos y spots televisivos resolverán la cuestión. Este bello oficio me enseñó que se puede hablar de los problemas, generar debates y proponer soluciones.

Se trata de exponer los problemas reales de la sociedad y sensibilizar, con escenas como las de Alicia, a quienes sí le corresponde sancionar a estos 'machos' que tienen “mucha debilidad dentro para premiar con golpes las caras que nos mostraron la belleza y nos regalaron alguna vez amor”, como escribiera el colega Enrique Milanés León.

Hoy mi amiga persigue vías para “mejorar” su situación; yo las busco para ayudarla a ella. Ojalá cuando vuelva a escribir del tema no sea sobre otra historia que me estruje el corazón sino de una, por llegar, donde la protagonista no tenga huellas.

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