En fecha tan temprana como el 27 de febrero de 1961, a las 11:30 p.m., a bordo de la embarcación Taliho, llegaban a las costas cubanas por Santa Cruz del Norte, en La Habana, varias personas que se introdujeron en el país y luego se dispersarían por varios puntos de la Isla, estrategia concebida por Estados Unidos con el nombre de Operación Generosa.

Entre ellos se hallaba Lawrence William Horace Atten Tabares, hijo de un norteamericano con una mujer cubana, quien durante su permanencia en suelo estadounidense se entrevistó con funcionarios del Departamento de Estado, y en Cuba fue recibido por un contacto que lo trasladó hacia la capital, donde permaneció escondido varios días hasta viajar a Santa Clara, de ahí a Sagua La Grande para ver a una hija y volver al punto de origen.

Luego, bajo el nombre de Armando Vallina Gutiérrez, vino para Camagüey, ciudad que conocía pues había sido aquí el jefe de operaciones de la Panamerican Air Ways, oficina radicada en el Hotel Plaza que garantizaba los boletos de viaje hacia Miami.

Como no podía actuar solo contactó con Julio Luis Osoria Finalé, connotado agente CIA, quien actuaba con el sobrenombre de Rafael Álvarez Hernández. Juntos se trasladaron a Villa Josefina, en el kilómetro 547 de la Carretera Central, en las inmediaciones del lugar conocido por Tagarro.

En dicho lugar aguardaban por ellos 14 cabecillas contrarrevolucionarios para constituir un nuevo bloque de organizaciones clandestinas que llamarían Unidad Revolucionaria Democrática. Sin embargo, tuvieron la mala suerte de encontrarse con fuerzas revolucionarias encabezadas por el capitán del Ejército Rebelde Arnaldo Pernas, momento en el que se entabló un combate en el que fue herido mortalmente Julio Luis Osoria al tratar de desarmar a uno de los combatientes que representaban los intereses del pueblo.

Los detenidos prestaron declaraciones a los Órganos de la Seguridad del Estado en Camagüey, y luego fueron trasladados hacia la capital del país.

El oficial del Ministerio del Interior Rolando García Parés, quien se desempeña como historiador de ese órgano, recordó que así quedó abortado parte de un estructurado plan, concebido desde la época en que Eisenhower era presidente de Estados Unidos, proyecto que no pudo concretar y materializó en su mandato John F. Kennedy, con una invasión precedida de agresiones económicas, una enorme campaña de propaganda contra la Revolución y una política dirigida a dividir y debilitar las fuerzas de la Revolución.

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