El asunto está relacionado con una eventual medida del Estado cubano que prohíbe a determinados cubanos entrar a la Isla por vía marítima, tema relacionado con la seguridad nacional ante las no descartadas agresiones procedentes del Sur de la Florida, a cargo de terroristas que actúan como si fueran personas decentes.

También EFE certifica que Kerry, aprovechando su estancia en una ceremonia de graduación de estudiantes del Miami Dade College, dijo a medios locales que “El Gobierno de Estados Unidos nunca apoyará, ni tolerará la discriminación” ―quizás un sin par de sus revelaciones de “amnesia”.

Es oportuno recordarle al Secretario de Estado de la Casa Blanca que un ciudadano estadounidense para entrar a Cuba tiene que someterse a una humillante diferenciación por las autoridades de su país, a saber: adaptarse a una de las 12 categorías de viajes aprobadas por su gobierno en el año 2015, someterse a un permiso del Departamento del Tesoro o viajar por una tercera nación.

Entonces, es evidente esta paradoja: mientras que La Habana todavía tiene que protegerse de potenciales ataques terroristas, Washington, sin embargo, aún impone restricciones a sus ciudadanos para cruzar el Estrecho de la Florida. Son detalles de las relaciones Cuba-EEUU que constituyen un “olvido” de John Kerry.

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