Asimismo, en aquella altura reconocí cómo el Presidente Maduro asumió una actitud digna al llamar a respetar los resultados adversos e incrementar la acción de resistencia creadora para desalojar más temprano que tarde, por los propios canales constitucionales, a esa suerte de intrusos/as que pretenden volver a la penumbra típica del Capitalismo; al paso que certifiqué que sin vacilación alguna Cuba y Nuestra América seguirán su vertical acompañamiento a las ideas de Simón Bolívar y Hugo Chávez en predios venezolanos.

En este minuto, víspera de la visita trascendental que iniciará este domingo el Presidente Barak Obama a Cuba, convoco a mis lectores/as a meditar acerca del comportamiento de la Revolución Bolivariana y del apoyo que ella recibe desde la Revolución Martiana —señal inequívoca de verticalidad frente a la Casa Blanca.

Grosso modo, resalto que desde el propio Enero del corriente Maduro anunció cambios a través de un plan de emergencia nacional para la construcción de políticas estratégicas, tácticas y coyunturales resultado de los aportes del Congreso Económico de Pensamiento Socialista hacia el Modelo Productivo, convocado en Diciembre de 2015.

En paralelo, se conformó el Bloque de la Patria que tendrá como tarea principal desenmascarar las verdaderas intenciones de los sectores de la derecha en la Asamblea Nacional, el Legislativo en Venezuela; y quedó establecido el Comité Promotor del Congreso de la Patria cuya finalidad estriba en preparar el quehacer popular con una visión estratégica clara y una política abarcadora. Todo, sin despreciar la defensa de la soberanía e independencia nacional de la injerencia yanqui y sus aliados internacionales.

Por nuestra parte, a la sazón del ambiente realista y optimista que vivimos la mayoría de cubanos/as que recibiremos con acostumbrada hospitalidad al Señor Obama, a través de palabras recientes del Canciller Bruno Rodríguez ratificamos que constituye nuestro interés buscar un vínculo distinto a la visión del gobierno norteamericano en sus relaciones con la América Latina y el Caribe; mientras que en el particular de nuestros hermanos/as en cuestión ante la Administración gringa hemos planteado una posición invariable, a saber:

“Tenemos grandes diferencias a partir de nuestra enfática, irrestricta, plena solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela y con la unión-cívico militar de su pueblo que encabeza el presidente Nicolás Maduro Moros, y reiteraremos al gobierno de Estados Unidos nuestro reclamo de que aquella Orden Ejecutiva recientemente renovada, que califica a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos, que no tiene justificación, que es arbitraria y agresiva, sea eliminada o abrogada”.

Así que, si a mi examen incorporo la visita que acaba de realizar a la Mayor de las Antillas el Presidente Maduro que sirvió de escenario propicio para profundizar aún más la integración bilateral y otorgarle la Orden José Martí —galardón máximo que concede el Estado cubano a personalidades que se hagan acreedoras del mismo—, entonces en el tema Venezuela y Cuba ante EE.UU. no tengo la menor duda de que Caracas escapa a las lamentaciones y que La Habana incrementa su compromiso con nuestros entrañables Camaradas sudamericanos/as; al tiempo que albergo la esperanza de que Washington aprenda esta lección/muestra de actitud Bolivariana y Martiana. ¡Amén!

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