Qué más quisieran los científicos de todo el mundo poder hacerlo, pero a pesar de considerables esfuerzos en investigación por parte de sismólogos, aun la ciencia no ha podido desentrañar científicamente esas fuerzas y llegar a esas predicciones.

No obstante, ya se han confeccionado mapas de evaluación del peligro sísmico de fallas estudiadas, por lo que es posible estimar que la probabilidad de un terremoto de un tamaño dado afectará un lugar determinado durante un cierto número de años. Sin embargo, la capacidad general para predecir terremotos, ya sea en forma individual o en una base estadística, sigue siendo remota.

Por ahora, y una vez que un terremoto ya ha empezado, los dispositivos de alerta temprana pueden proporcionar una advertencia de pocos segundos antes de que los principales temblores lleguen a un lugar determinado. Esta tecnología aprovecha las diferentes velocidades de propagación de los varios tipos de vibración producidos. También son probables las réplicas tras un gran terremoto y, por lo general, están previstas en los protocolos de respuesta a desastres naturales.

En realidad, y contrario a otros fenómenos naturales como los hidro meteorológicos que tiene por lo común temporadas y condiciones climáticas favorables a lo largo del año, los temblores pueden ocurrir en cualquier momento, día o noche y cualquier mes del año. Los más pequeños pueden llegar apenas a sentirse y mover algún objeto que cuelga como lámparas, pero los más fuertes pueden ocasionar muerte y destrucción masiva, acabando comunidades y debilitando las economías.


En el esfuerzo por predecir terremotos, se ha tratado de asociar un terremoto inminente con fenómenos tan variados como los patrones sísmicos, campos electromagnéticos, movimientos del suelo, condiciones meteorológicas, contenido de nitrógeno en el suelo, comportamiento animal y hasta fases de la Luna. Por eso se han producido muchas teorías predicciones seudocientíficas.

También la actividad sísmica frecuente en ciertas áreas puede ser utilizadas para hacer "predicciones" que pueden generar credibilidad injustificada. Generalmente, tales predicciones dejan ciertos detalles sin especificar, lo que incrementa la probabilidad de que los vagos criterios de predicción se reúnan y se ignoren los terremotos que no fueron previstos.

A propósito, se ha postulado que el comportamiento animal registrado antes de un terremoto consiste simplemente en la respuesta de estos al incremento de señales electromagnéticas de baja frecuencia, esa actividad se debe por lo general a la fractura de rocas cristalinas que ocurren en las fallas geológicas antes de un terremoto, esas frecuencias son las que captan algunos animales, como ranas, peces e insectos.

Los temblores se miden por medio de aparatos llamados sismógrafos que se colocan sobre la superficie de rocas de profundas raíces, cuya elasticidad afectada por los movimientos de la tierra son captados por medio de sensores indicando la intensidad y la duración de cualquier movimiento, esta información se convierte a la escala de Richter.

Esta escala fue desarrollada en 1935 por Charles Richter, para mostrar la cantidad de energía emitida durante un terremoto. Originalmente esta escala se usaba para comparar las fuerzas relativas de diferentes temblores, no para medir la magnitud de cada uno. Esta escala va del 0 al 10. Un temblor debe de ser de al menos magnitud 2 para poder ser detectado por los humanos y uno de magnitud 7 puede destruir una ciudad. El terremoto de mayor magnitud registrado hasta la fecha fue de 9.5 grados en Chile en 1960.

En español, se utilizan varias palabras para referirse al fenómeno sísmico. Un temblor y un sismo son básicamente lo mismo y por lo general no ocasionan daños mayores. Terremoto se refiere cuando ya hay daños y víctimas. Un temblor, sismo o terremoto fuerte es seguido de movimientos menores llamados réplicas, que pueden durar días o semanas hasta que las placas tectónicas regresan a su equilibrio formada por varias capas.

La capa exterior se llama corteza terrestre, los científicos consideran que ésta, ya sea que se encuentre bajo el océano o no, está formada de grandes fragmentos llamados placas tectónicas que se pueden unir como si fuera un gran rompecabezas.

{flike} {plusone} {ttweet}