El arma, a un precio de 1 395 dólares tiene una cruz de los Caballeros Templarios y en uno de sus laterales reza: "Bendito sea Dios, que adiestra mis manos para la guerra y mis dedos para la batalla" que, según la firma fabricante, evitará ser empuñada por los “terroristas musulmanes” , como si matar en el nombre de cualquier religión no fuera un pecado universal.

Al respecto, en una entrevista de TeleSur publicada en Internet, el Consejo para las Relaciones Americano-Islámicas, aseguró que el  mortífero artefacto “…profundizará la violencia de las armas en nuestra sociedad (...) se trata de una estrategia de 'marketing' vergonzosa que promueve el odio y la división".

La propia agencia publicó que: “… El líder de la Iglesia Metodista Unida, John Fischer, manifestó que "si fuera musulmán, me sentiría muy ofendido; y viceversa, si ellos pusieran las inscripciones del Corán, me sentiría igual".

Y a renglón seguido Telesur  añadió que desde enero hasta el 24 de julio de 2015 se han registrado más 200 tiroteos masivos en Estados Unidos, con al menos 253 personas  fallecidas. Lo peligrosamente cierto, es que  a pesar de las críticas y la controversial polémica, las ventas del citado aparato del ”terror” se dispararon y ahora los pedidos pueden tardar hasta dos semanas…como si dispararle a un ser humano fuera como tomarse un vaso de agua, y hubiera  terrorista bueno en  el nombre de Dios.

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