La doctora Patricia Varona, epidemióloga del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, precisó que en las Américas, Cuba es el país donde más se expone a los niños en el hogar al humo del tabaco ajeno, y  a más del 50 por ciento de las familias.

Resultados de la Tercera Encuesta de Factores de Riesgo, que representó a más de nueve millones de cubanos, arrojaron que el 24 por ciento de la población de 15 años y más fuma activamente, es decir, una de cada cuatro personas, y más del 50 por ciento está expuesta al humo del tabaco, ya sea en su hogar, en el trabajo o en los lugares públicos.

Esa indagación  demostró que entre las mujeres el 16 por ciento fuma, o sea, aproximadamente dos de cada 10, mientras entre los hombres tres de cada 10, el 31 por ciento, aseveró la doctora Varona, coordinadora del Grupo Especial de Trabajo de Cáncer de Pulmón, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Además de la adicción a la nicotina, los fumadores se exponen de forma permanente a  una cifra superior a siete mil sustancias, señalan expertos.

Por su parte, La doctora Elba Lorenzo Vázquez, coordinadora nacional del Programa de Prevención y Control del Tabaquismo, del MINSAP,  advierte que las enfermedades vinculadas al tabaquismo suponen una carga económica.

Ellas imponen a la sociedad gastos relacionados con la atención médica de los padecimientos, pago de pensiones y de periodos de incapacidad, pérdida de productividad, muerte prematura, daños a la economía familiar y afectaciones al medio ambiente, entre otros.

El tabaquismo, principal causa de muerte prevenible y convertido en epidemia mundial, mata a unos seis millones de individuos cada año y cobra un precio considerable en términos de enfermedad, discapacidad, daños psicológicos, además de generar un impacto negativo en los ingresos individuales, familiares y las economías nacionales, advirtió.

Además del cáncer de pulmón, la temible adicción ocasiona esa maligna dolencia en la faringe, laringe, esófago, vejiga, vías urinarias y biliares, páncreas, riñón, estómago, hígado y cuello uterino, por citar algunos.

Recientes estudios estadounidenses dan cuenta de 30 dolencias relacionadas con el consumo frecuente de tabaco, entre ellas un tipo de diabetes y afecciones en los huesos.

Cada año en Cuba ocurren más de 13 mil muertes atribuibles al consumo de tabaco, fallecen dos personas cada hora por ese motivo y otras dos cada 12 horas por exposición al humo de tabaco ajeno, resultados que justifican con creces los esfuerzos dirigidos a hacer más efectiva la prevención y control del tabaquismo en la ínsula, enfatizó la especialista.

Según indagaciones, en el nivel primario de atención los fumadores hicieron mayor uso de los servicios de salud, ingresaron cuatro veces más que los no fumadores y provocaron significativamente más gastos a las instituciones sanitarias.

Aunque los fumadores reconocen y aceptan que el tabaquismo es nocivo para la salud, no es identificado con igual grado de certeza que representa un desastre económico a nivel individual, familiar y a escala de nación.

¿Cuánto puede costar una sola persona enferma por más de 30 procesos mórbidos de los que no existen dudas se asocian al tabaquismo?

¿Cuánto pueden costar solo los casi cinco mil enfermos de cáncer de pulmón (sin tener en cuenta otras localizaciones) que cada 12 meses se diagnostican en la Antilla Mayor, y luego fallecen por esta causa que, además, se acompaña de inmenso sufrimiento personal y familiar?

Fumar deviene una decisión personal; sin embargo, es importante que quienes tienen ese nocivo vicio tomen consciencia de que su decisión afecta tanto la salud de personas que no lo hacen, como la economía de su país.

Ante esta problemática para la Salud Pública, en el marco del Día Mundial sin Fumar, que se celebra cada 31 de mayo, constituye un propósito renovado concientizar a la población sobre los costos que representa el consumo de tabaco y llamar a la reflexión sobre el valor de una vida humana. 

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