CAMAGÜEY.- El Lago de los Sueños habrá que soñarlo de nuevo. Hace mucho tiempo está descomercializado, por lo que, incluso en verano, la mayor cantidad de visitantes llegan los fines de semana.

Solo estos dos días amplía sus opciones recreativas con la actuación de los payasos los domingos entre 10:00 a.m. y 11:00 a.m. en la cafetería La Herradura y el espacio Amorosa Guajira en el Rincón Campesino.

Ello quizás pueda calificarse de bueno si se piensa como un lugar solo para comer y beber, pero al menos en las vacaciones, y después de tres meses de “paro” por la COVID-19, otras pudieran ser las ofertas para llegar a los diferentes públicos, incluso muchas que ya tenía y hoy no cuentan.

En conversación con Yosvany Sanabria Foronda, técnico de gastronomía, un montón de ideas le saben pendientes, pero, según explica, hay que esperar el regreso a la normalidad. Y puede ser que sí, que para representar un espectáculo en la pista bailable, hacer noches de cabaré o días de las gustadas “décadas” (clubes de fanáticos a la música de la Década Prodigiosa), deba ser en períodos menos convulsos epidemiológicamente hablando, pero…

Esta instalación, caracterizada por la variedad de restaurantes especializados, en algún momento desarrolló la actividad náutica entre sus principales atractivos, y hoy es nula.

Con Orlando García Borrego, jefe de brigada del restaurante El Tablao, de la empresa extrahotelera Palmares, conocimos que el bote funcionó muy poco tiempo porque siempre tuvo problemas, “era una embarcación de madera muy vieja” y para echar a andar las bicicletas acuáticas, deben primero limpiar el área de malanguetas y protegerla para que no entren nuevamente las plantas invasoras.

Dice que hace unos días los compañeros del área de mantenimiento del Lago están en función de la limpieza… y entonces nos preguntamos: ¿con tanto tiempo cerrados al público no pudieron tener todo listo para las vacaciones?

Tampoco están disponibles los servicios de los Joven Club de Computación que tantos muchachos atraían a la guagua que les sirve de sede allí Según Frank Echavarría Jiménez, subdirector de comunicación institucional, ya se trabaja en la chapistería para ponerla de alta, pero no estará lista antes de que concluya la etapa estival.

Y el avión (donde radica la cremería), que desde hace mucho no “vuela” por falta de climatización, no recibe pasajeros ni en “la terminal” por la ausencia del helado, otro fallo inexplicable en una provincia donde esa producción no ha faltado en julio ni agosto.

La opinión de varios clientes respalda la del técnico Yosvany acerca de la calidad de las comidas. Él destaca además la extensión de la coctelería a todos los restaurantes, que se mantienen trabajando al 100 % de su capacidad pues la amplitud del lugar permite mantener la distancia entre las mesas y aclara que el expendio de cerveza de termo en la pista es solo para llevar.

Por otra parte, tuvo buena aceptación el cambio de formato de pizzas pequeñas por grandes en la pizzería Napolitana, que además hace entregas a domicilio sin costo adicional. Este servicio puede solicitarse a través del teléfono 32-282027 entre 8:00 a.m. y 10:00 p.m., y solo en las mañanas si quiere una pizza familiar.

Todo ello merece reconocimiento, mas no suple la carencia de las otras opciones recreativas que demostraron validez y aceptación en momentos anteriores y cuya ausencia resulta ahora inexplicable pues no todas dependen de recursos materiales, sino de voluntad y creatividad. Además de la guagua donde los más jóvenes disfrutaban de la tecnología y las variantes náuticas en el embalse, hubo alguna vez ponis para los niños, festivales de papalotes, el trencito alrededor del mini estadio de béisbol, tiendas de plantas y aves ornamentales y mascotas.

También pudieran adecuarse a las medidas sanitarias vigentes, el alquiler de bicicletas y otros medios, ya sea estatales o con el arrendamiento a trabajadores por cuenta propia, y hasta la disponibilidad de juegos tradicionales y de mesa.

Las vacaciones casi concluye. No obstante, al calor de aquella frase de que Cuba es un eterno verano, y con el recuerdo fresco del esfuerzo descomunal que costó este sitio (antes una presa de residuales rodeada de maleza) hace solo seis años, el disfrute de los camagüeyanos bien vale volver a soñar nuestro Lago de los Sueños.