CAMAGÜEY.- Me imagino los gestos de disgusto y frustración del señor Donald Trump y sus “halcones”, tanto de Jhon Bolton como el senador republicano Marco Rubio, de origen cubano, y que lo titulan los entendidos el artífice de la política de Donald Trump contra Cuba, cuando se han enterado de los recientes acuerdos del Consejo de Ministros de la Isla que, lejos del colapso que esperaban como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo que él y su camarilla esperaban, lo que se han encontrado es un reforzamiento del rumbo económico, político e ideológico que la Revolución se ha trazado.

Pienso, deben haber sido gestos grotescos de desencanto al constatar lo fallido de los “consejos” de dichos “halcones” a Trump para asfixiar a los cubanos con su cerco económico, diplomático y financiero y del propio presidente, el cual se ha declarado como el más “duro" de los mandatarios estadounidenses en su política hostil y agresiva contra Cuba, a pesar de que lo ha hecho para “ayudar” al pueblo de la Isla.

Desde luego que tal estado de ánimo de los personajes es hasta cierto punto comprensible si tenemos en cuenta varios aspectos de los acuerdos del Consejo de Ministros aludido, mediante los cuales se fortalece la actualización del sistema económico cubano que llevamos adelante, para alcanzar más rápidamente el objetivo de hacer el socialismo que construimos, más próspero  y sostenible.

Que en medio de las tensiones financieras que nos ocasiona el bloqueo, acrecentadas por la aplicación total de los capítulos de la extraterritorial Ley Helms-Burton y otras medidas lesivas de los últimos días, el Gobierno de  la Mayor de las Antillas haya decidido atender necesidades salariales de más de un millón 470 736 trabajadores del sistema presupuestario de la nación que incrementa el salario mínimo hasta 400 pesos mensuales y el medio alcanza 1 067, e incluye sectores como el de la Administración Central del Estado, los órganos locales del Poder Popular, las organizaciones y asociaciones, por un costo anual estimado de más de 7  050 millones de pesos, demuestra la voluntad de seguir mejorando las condiciones de vida de la población con el incremento de su poder adquisitivo y las reservas potenciales del país para tomar medidas de esta naturaleza que implican la erogación de cuantiosos recursos monetarios en momentos tan complejos y tensos en el orden de la finanzas.

Cuando algunas naciones latinoamericanas, como el fascista gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil quiere reducir la cifra de las pensiones y elevar  hasta 75 años el tiempo de trabajo para acceder a la jubilación, las nuevas medidas del Consejo de Ministros, después del incremento de la Seguridad Social en el 2018 del monto mínimo de los jubilados hasta 242 pesos, ahora decidió incrementarlo hasta 500 pesos, con lo cual se favorece a un millón 281 523 personas a un costo anual estimado de 700 millones de pesos.

En la presentación de las nuevas medidas, el presidente Miguel Díaz-Canel anunció que para evitar un proceso inflacionario el Gobierno encargará a las autoridades correspondientes adoptar las decisiones necesarias que eviten tanto en el sector estatal como en el privado, se eleven los precios de los productos y los servicios que se ofrecen a la población.

Con un sentido de responsabilidad recíproca, los trabajadores harán una contribución especial a la Seguridad Social que en el caso de los que reciban un salario incrementado hasta 500 pesos será de un 2,5 %, y los que estén por encima de esta cifra los harán con 5.

Hay que recordar que en el sector empresarial en el 2014 se descentralizó la aprobación de los sistemas de pago por rendimiento, lo cual llevó a la formación y distribución del salario al cumplimiento de los indicadores establecidos a causa de lo que el salario medio creció de 600 a 871 pesos, aunque dicho proceso ante las dificultades que aún susciten, continuará perfeccionándose hasta el 2020.

En la reunión se dejó sentado que todas las medidas aprobadas significan en lo esencial defender la producción nacional, diversificar e incrementar las exportaciones, sustituir importaciones, fomentar el encadenamiento productivo, potenciar la empresa estatal, avanzar en la soberanía alimentaria, promover el desarrollo local, cumplir la política encauzada a dotar de una vivienda confortable a cada cubano y colocar a la ciencia a favor del desarrollo económico y social.

“Las presiones de los yankis no nos dan miedo. Vamos a vencer  y vamos a seguir avanzando”, sentenció el presidente Díaz-Canel, y todos los cubanos marchamos junto a él seguros de la victoria final.