Pese a la compleja coyuntura actual en que se desenvuelve el 2019, Cuba no renunciará al turismo- uno de sus sectores estratégicos- ni a sus metas en este giro, que prevé al cierre del calendario en curso llegar a más de cinco millones de viajeros.

De esa cuantía, ya el destino antillano recibió en este mes sus dos primeros millones (con 12 días de antelación a 2018), coincidiendo con el desarrollo en la capital de la XXXIX Feria Internacional de Turismo FITCUBA 2019, cita donde el titular del ramo, Manuel Marrero, dio la bienvenida a delegados de 40 naciones, entre ellas EE.UU, que está presente con 26 empresas y 50 hombres de negocios.

Encaminadas a frenar esta y otras esferas, la Administración Trump ha puesto en vigor medidas asociadas, sobre todo, a las transacciones financieras, el comercio y en especial a los viajes; así como dio vía libre al Título III de la extraterritorial Ley Helms-Burton, lo cual ha concitado el rechazo mundial y frente a lo que Marrero Cruz transmitió confianza al empresariado foráneo.

Ante tal reforzamiento del bloqueo, el Gobierno cubano ha asegurado garantía legal y acompañamiento frente a cualquier manifestación de amenaza a la que puedan ser sometidos los inversores.

Esta medida, aseveran los expertos, no podrá ser aplicada dentro de Cuba. Todas las empresas que tienen negocios en el país poseen total seguridad jurídica a tenor de la Ley 118 de la Inversión Extranjera y la Ley 80 de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas.

Haciendo caso omiso a la oposición de socios como la Unión Europea y Canadá, Washington sigue apretando el cerco- de casi 60 años- en contra de la Antilla Mayor, único territorio en el orbe donde los estadounidenses no pueden realizar turismo libremente, solo mediante alguna de las 12 licencias autorizadas.

Aun así, la industria del ocio local emerge como un agente dinamizador de la economía nacional y muestra números positivos en los primeros meses del año, pese al efecto negativo de la postura injerencista de la Casa Blanca.

Por ejemplo, de enero a abril último crecieron en un siete por ciento los arribos internacionales, encabezados por los canadienses y seguidos, paradójicamente, por los procedentes de La Unión.

Este destino- preferido, como lo demuestran las estadísticas, por los estadounidenses- recibe un 30 por ciento de clientes interesados en la cultura y el patrimonio; así como un 13.5 por ciento lo escoge por su seguridad, lo cual constituye un mentís a las campañas difamatorias en contra de la Isla y su capacidad para impulsar un sector tan competitivo.

Por ende, a no dudarlo, el 2019 continuará siendo testigo de los excesos del poderoso vecino del Norte y también de los afanes irrenunciables de Cuba en su camino por impulsar el turismo internacional y cumplir sus metas anuales y los compromisos con quienes han apostado por nosotros.