CAMAGÜEY.- Este 1ro. tiene que sonar el XXI. No es una simple ecuación. Ni siquiera un algoritmo matemático. Frescas están las sesiones del XXI Congreso de la CTC. La cita obrera reafirmó, además, las palabras de José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido en las conclusiones: “hemos aprendido en la lucha que la victoria pertenece a quienes resisten y combaten; a los que miran de frente las dificultades y los peligros, a quienes no se amedrentan ante el enemigo, por poderoso que sea”.

Circunstancias especiales viven los cubanos. Ahora el enemigo arrecia el bloqueo, insta a otros a confabularse para asfixiarnos. Es una vieja receta imperial que Trump y su pandilla tratan de resucitar cual si se tratara de un Frankenstein político.

Los intrusos no acaban de copiar el mensaje, ni “de texto ni de voz”, de que Cuba quiere, por inmensa mayoría, seguir tejiendo su camino, la decisión tomada desde bien temprano en 1959.

No rehuimos al diálogo, el respetuoso, ese tema está expuesto sobre la mesa, y clara, bien clara, quedó nuestra postura cuando se estableció el nexo diplomático con Estados Unidos durante el mandato de Barack Obama. Ahora, las fuerzas ultrarreaccionarias de Miami encontraron caldo de cultivo para sus intenciones, en mañosos funcionarios al estilo de Bolton, Pompeo, y Marco Rubio.

Trump alucina con sofocar la Revolución con la revitalización del Capítulo III de la Ley Helms-Burton. El engendro, convertido en Ley durante el período de Bill Clinton, ya encuentra fuertes rivales como la Unión Europea y Canadá, que abiertamente desenfundan sus “armas” legales para contradecir al poderoso adversario.

Ese entorno, más otros subterfugios, convergen en momentos en que las finanzas del país atraviesan por falta de liquidez, que afectan la presencia continua en el mercado interno de productos básicos. Ellos se encargan de darle rasgos de crisis del socialismo en la Isla “como resultado de la incompetencia” de sus actuales líderes.

El XXI Congreso, como dijo Machado Ventura, “constituye otra contundente respuesta de nuestros trabajadores a las agresiones, amenazas y mentiras”.

Insuficiencias quedan. El alerta llegó. Hay que trabajar en las reservas que existen en fábricas, empresas, cooperativas, en cualesquiera de nuestros centros laborales, pues es un reclamo, una urgencia impostergable el ahorro por concepto de sustituir importaciones.

“Solo el pasado año (el bloqueo) significó dejar de percibir ingresos por más de 4 300 millones de dólares (...) ¡Cuánto pudiera haber hecho nuestro país con esos recursos!”, aclaró Machado Ventura.

Hay que insistir para los trabajadores no estatales formen parte de nuestros sindicatos, que sepan cuáles son sus deberes y sus derechos, más cuando constituyen un segmento laboral que supera el medio millón de integrantes.

No quedaron relegados temas cruciales como el salario, que recientemente abordó en Trabajadores Ulises Guilarte de Nacimiento, el ratificado secretario general de la CTC, quien dijo: “no resultará suficiente subir el salario nada más, pues si hoy se aumentara no daría la respuesta que la gente necesita debido a que no tiene capacidad de compra por el elevado costo de productos esenciales”.

El Congreso vino a enriquecer, a mostrar las guías de los próximos años, a reforzar la integración de nuestros trabajadores, esos que se alinearán en sus bloques para, este 1ro. de Mayo, mostrar al mundo las muchas motivaciones que albergamos aquí.

El XXI renovó confianza. Dejó sobre el tapete la certeza de que el país no se “duerme”, de que su dirección empuja duro para reafirmar los valores de la Revolución.

Al 1ro. de Mayo se llega con el empuje de un XXI histórico, de un Congreso que empina al movimiento obrero, porque somos Unidad, Compromiso y Victoria.