CAMAGÜEY.- No se trata de una pifia ni un problema al mecanografiar; quizá ni de una falta total de ortografía. El titular pudiera ser el nombre de esta editora si nos adentráramos en un mundo virtual llamado “feis” (diminutivo españolizado de la red social Facebook), donde nuestros seguidores fuesen en su mayoría adolescentes y jóvenes seguidores de música “repartera” y amante de las frases banales, sin sentido.

Entre usuarios nacionales de la red social más popular en Cuba —Facebook, que hasta hace unos meses fue la más utilizada en el mundo—, está de moda en los últimos tiempos una tendencia: frases como “ando to’ gucci” o “to’ tixxa” y sus “derivados”, pululan para hacer referencia respectivamente (a veces hasta de forma inconsciente) a la popular marca de lujo italiana Gucci, especialista en el diseño y fabricación de artículos de moda, maletas, relojes, perfumes, etc., y para calificar a una foto como espectacular.

A ello sumémosle los usuarios que prefieren su nombre con el empleo de caracteres especiales, el uso de diéresis, tildes donde no van, cambio de la c por la k, o el uso de léxicos en inglés como King, The Best e Influencer.

“Si te veo en la disco con mi combo te hacemos Poh”, comentan los integrantes de grupos de amigos, quienes se apoyan virtualmente entre sí en busca de ganar el mayor número de reacciones y alcance en las fotos que postean. Y resulta increíble que ni ellos mismos conozcan el devenir de la expresión “pohpoh”, la cual forma parte de la identidad musical de Chocolate MC, autoproclamado el rey de la música urbana en la Isla.

Por si fuese poco, hace unos días los reguetoneros cubanos Yomil y el Dany anunciaron en sus cuentas oficiales el lanzamiento de una canción que contendrá las terminologías antes mencionadas en su letra. O sea… esta nueva “moda” pica y se extiende, como la pelota.

 

Las redes sociales han revolucionado desde la manera de comunicarnos, la forma de transmitir información a un grupo de personas y hasta la inmediatez ante un suceso. El espectro de Internet es tan amplio que pudiéramos explotar un sinfín de funciones, más allá de estar pendientes de los likes de nuestra foto o su repercusión. Su uso con un control mesurable puede resultar provechoso y necesario. Sin embargo, muchas veces, sumergidos en las redes, parece que involucionamos.

No quiero que parezca que arremeto contra alguien, critico gustos, ni mucho menos censuro el empleo de su tiempo libre. No está mal mostrarte como eres en las redes sociales, no importa si prefieres tener un nombre fashion, subir una foto to’ durakita, compartir la música “del momento”… pero antes de hacerte eco de la moda, busca su origen, para que conscientemente publiques y compartas lo que se aviene a tu personalidad y estilo. Definitivamente, con nuestro Adelante, que se siente muy joven a los 60 de su edición impresa, lo de “ŧō Ďűŗãķō” solo va hoy, para este título.