CAMAGÜEY.- A pesar de la guerra sicológica, de las presiones internacionales, de la gritería de la oposición, del despliegue de los medios militares imperialistas, de las amenazas de invasión, de los conciertos de desvergonzados artistas comprados como la más burda mercancía, lo cierto es que ¡No pasaron! y que toda la estrategia golpista del Gobierno norteamericano y sus secuaces se estrelló contra la fuerza cívico-militar de la Revolución Bolivariana.

A pesar de los intentos de pasar por la violencia la llamada “ayuda humanitaria” por los cruces fronterizos de Venezuela con Colombia y Brasil, aunque lamentablemente ocasionaron algunos heridos en los puentes Simón Bolívar y Tiendita, al tratar de atropellar a la multitud dos camionetas guiadas por traidores de la Guardia Nacional primero, y después mediante el envío de camiones incendiados desde la parte colombiana, la intentona de desatar una rebelión militar secundada por el pueblo bolivariano y la intervención bélica del Gobierno de Donald Trump, fracasó estrepitosamente y el Gobierno del presidente Nicolás Maduro emergió victorioso y más fuerte de la confrontación.

Qué será ahora del “presidente interino” Juan Guaidó, al que se le venció el segundo plazo el 23 de febrero dado para que se llamara a elecciones en Venezuela, que prometió movilizar 600 000 guarimberos en frontera para lanzarlos contra los chavistas y la Policía Nacional y solo asistieron “cuatro gatos” que ahora le están reclamando el pago de su mercenarismo.

Anda dando otro plazo para tomar el poder, a partir de la reunión del Grupo de Lima en  Bogotá, donde reclamó una intervención militar contra su propio pueblo, según se dice, junto al vicepresidente estadounidense Mike Pence, Grupo que adoptó 18 puntos como acuerdos golpistas, incluida la presentación del caso Venezuela en la Corte Internacional de La Haya y el Consejo de Seguridad de la ONU.

Y Marco Rubio, el senador norteamericano de origen cubano que aparecía como el general estratega de Trump con el uso de Twitter llamando a la invasión militar de sus “marines” a la patria chavista parece no haber gastado toda su batería y sigue apostando por la confrontación bélica contra la nación bolivariana.

Después de este fracaso, el cerco diplomático internacional tiende a disminuir la presión y bloques, como el de la Unión Europea, están abogando por evitar una confrontación militar y tomar el diálogo como la opción más viable para resolver los problemas entre los venezolanos e igualmente se acrecientan las muestras de solidaridad con el Gobierno de Maduro y la defensa de la paz en la región.

No obstante, grupos de vándalos continúan apostando en la frontera cerrada colombo-venezolana y brasileña junto a paramilitares por mantener viva la confrontación contra el pueblo bolivariano.

Y aunque en la reunión del Grupo de Lima se abogue por la intervención bélica como último recurso después de los sonados fracasos por forzar la entrada de la supuesta “ayuda humanitaria” como el detonador de los contados días del presidente Maduro, es seguro que los imperialistas y sus socios continúen con sus planes golpistas contra la Patria de Chávez debido a que tales derrotas los harán mucho más peligrosos y agresivos en su desesperación.

Frente al enemigo ¡no bajar nunca la guardia!