CAMAGÜEY.- Después de ocasionar pérdidas a la economía venezolana por más de 30 mil millones de dólares ( cifra conservadora) por las sanciones, congelamiento de activos e incautaciones ilegales de propiedades del país, el gobierno de Donald Trump quiere aparecer como gran benefactor con una “ayuda” humanitaria de 20 millones de dólares en suplementos alimentarios (tabletas) que todos sabemos tiene una lanza intervencionista en la punta de la zanahoria que le ofrece al pueblo chavista.

Desde luego que nadie se llama a engaño porque es notorio que dicha “ayuda” se inscribe dentro de la estrategia golpista de las autoridades estadounidenses con la complicidad de integrantes del llamado Grupo de Lima y la no menos vergonzosa de la Unión Europea (UE), que se ha dejado arrastrar por la corriente injerencista en los asuntos internos de Venezuela a la que ha tenido la osadía de dar un plazo ultimátum para que celebre elecciones “libres”.

Esto de la celebración de elecciones presidenciales, desconociendo la legitimidad de las que resultara electo Nicolás Maduro el 20 de mayo del pasado año con más del 67% de los votos emitidos, es otro de los factores por los que apuestan los golpistas para derribar el actual gobierno de la Revolución Bolivariana.

Aumentar la presión, sobre todo internacionalmente, para obtener respaldo a sus acciones intervencionista de las que aún esta sobre el tapete un golpe militar, es también parte de la campaña desatada contra Venezuela en la que Estados unidos pretende involucrar a las Naciones Unidas (ONU) al presentar un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad para que “facilite la llegada de la “ayuda” humanitaria y comprometa al gobierno de Maduro a celebrar elecciones presidenciales en un breve plazo.

Aunque es muy dudosa que dicha resolución sea aprobada por los miembros del Consejo, por su parte Rusia, que tiene además poder de veto, presentó también un proyecto de resolución en el que aboga por el inicio de un diálogo entre las partes en conflicto que contribuya a resolver de manera pacífica las diferencia entre las fuerzas en pugna.

De todas formas, ni el reconocimiento al autotitulado presidente Juan Guaidó por un grupo minoritario de países, ni las sanciones, ni las presiones internacionales, ni las campañas de descrédito contra Maduro, ni la punta de lanza de la “ayuda” humanitaria, ni las acciones subversivas y divisionistas han logrado mellar la fortaleza de la Revolución Bolivariana que resiste a pie firme todas embestidas del gobierno norteamericanos y sus satélites.

Los ejercicios militares que acaban de realizar las Fuerza Armadas Bolivarianas en ocasión de celebrarse el aniversario 200 del Congreso de Angostura, con la presencia de su Comandante en Jefe Nicolás Maduro, mostraron la capacidad defensiva de sus medios antiaéreos, entre ellos misiles de última generación y baterías anti misiles y sirvieron a la vez, para ratificar la unión cívico-militar que ha tornado invencible la patria de los venezolanos todos, en su lucha por la paz y la defensa de su soberanía e independencia.