LA HABANA.- Es lamentable como los gobiernos de derecha en América Latina se dejan manipular como marionetas por Estados Unidos. Nuestros pueblos tienen una larga historia de lucha, resistencia y dignidad, que no debería ser traicionada jamás.

Parece casi ciencia ficción que Juan Guaidó, autoproclamado presidente en Venezuela, reciba rápidamente respaldo de parte de la comunidad internacional, lo cual constituye un irrespeto total a la Constitución venezolana y al pueblo de esa nación, cuna de hombres tremendos como Simón Bolívar y Hugo Chávez.

¿Cómo desconocer la voluntad de la mayoría de los venezolanos que eligió a Maduro como mandatario legítimo y constitucional? ¿Acaso una autoproclamación basta para algo tan serio y esencial como la presidenciade un  país?

Poca moral tienen quienes secundan un acto como ese. Donald Trump, mandamás de Estados Unidos, mueve, cual titiritero político, a otros gobernantes de América Latina.

Rafael Correa, expresidente de Ecuador lo dijo: “Es increíble lo que estamos viendo. El mundo tiene que reaccionar”, y explicó que el verdadero interés de Estados Unidos radica en apoderarse de los recursos naturales de Venezuela y enterrar sus acciones a favor de los humildes y la unidad latinoamericana.

En todas estas estas escenas, algunos elementos están claros: La derecha en la región se ha recuperado en los últimos años y ha recobrado fuerzas, lo cual constituye un reto enorme para los defensores de la izquierda y el bienestar de los pueblos. La elección de Jair Bolsonaro en Brasil y la llegada al poder de otros "villanos", como Mauricio Macri en Argentina, imponen una realidad compleja.

Venezuela está en el centro de las artimañas, con disparos digitales, intentos de atentados, guerra económica…Trump y sus súbditos saben que esa nación es fundamental como representante de la izquierda, por las ideas que representa y la capacidad para impulsar y apoyar proyectos regionales.

La Patria de Bolívar y Chávez debe permanecer en el sendero de la libertad, la luz y las ideas de paz, progreso y dignidad. América y el mundo lo necesitan.

El más elemental respeto a su Constitución y el pueblo exigen apoyo total a Maduro y su gobierno.