CAMAGÜEY.- A pesar de la retórica triunfalista con la que calificó el resultado de las elecciones parciales o de medio término que acaban de celebrarse en los Estados Unidos, Donald Trump no podrá esconder que perdieron la mayoría que tenían en la Cámara de Representantes y que le daba el control absoluto legislativo al Partido Republicano, que también dominaba el Senado.

Es preciso decir que estas elecciones en las que se ponían en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 del Senado y otros cargos, como los gobernadores, estuvieron signadas por variadas singularidades, la primera de ellas que salió a votar el 55 % de los electores, un verdadero récord para este tipo de consulta, que alrededor de cien mujeres ocuparán asientos en ambos legislativos, que dos de ellas son de origen musulmán y una latina, que es la más joven con menos de 30 años de edad.

El otro asunto evidente es que los votantes emitieron su sufragio pensando en los problemas que más les preocupan, entre ellos los de salud, porque más de 30 millones de norteamericanos carecen de cobertura médica, también por las dificultades económicas, puesto que el 43 % de los hogares estadounidenses sobrevive con un sueldo escaso que lo obliga a endeudarse cada vez más para sobrevivir, los emigrantes fue otro de los temas movilizativos por las amenazas que penden sobre ellos y el de la reducción de ventas de armas sin control, debido a las reiteradas matanzas que su uso indiscriminado ocasionan.

En cuanto a la descabellada política exterior de Trump sacando a Estados Unidos de importantes tratados, como el Cambio Climático y ahora queriendo cancelar el Tratado Nuclear firmado con Rusia en 1980, que realmente constituye una grave amenaza a la paz en el orbe, la guerra arancelaria y su política de sanciones con todos los que considera adversarios, pareció no ser un asunto trascendente para el electorado estadounidense, salvo para los que salieron a votar por el mandatario que se afirma fue alrededor del 44 % de los asistentes a las urnas.

Aunque la pérdida de la mayoría en la Cámara de Representantes ni siquiera fue mencionada por Trump (230 los demócratas y 205 los republicanos) y cuando más dijo que los de su partido que no aceptaron su ayuda fueron los que perdieron sus escaños, estos resultados constituirán un obstáculo para el dominio legislativo mantenido hasta ahora, a pesar del predominio en el Senado (54 por 46 ) y los proyectos o nominaciones que el mandatario envíe a ambas cámaras seguramente tendrán muchas más dificultades para ser aprobados, no obstante todo dependerá de los intereses que se muevan alrededor de ellos.

En cuanto a Cuba, no constituyó un tema priorizado de los votantes, sobre todo en La Florida, donde algunos recalcitrantes de origen cubano perdieron sus escaños, como Curbelo y la Ross Lethinen y otros como Díaz-Balart y Marco Rubio los mantuvieron, lo cual no quiere decir en modo alguno que la hostilidad de la actual administración contra nuestro país, al igual que con Venezuela, Nicaragua, Bolivia, disminuirá en lo más mínimo, porque la práctica hegemónica para América Latina y el Caribe de la Doctrina Monroe sigue vigente en las élites dominantes en los Estados Unidos, gobiernen los demócratas o los republicanos.