CAMAGÜEY.- Qué pena por el señor Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, que mientras se desgañita en improperios, amenazas y soeces calificativos contra Venezuela y Cuba (ahora añadió a Nicaragua), parece que las instituciones y organismos internacionales no lo escuchan y, sobre todo, en el caso del archipiélago cubano, lo distinguen con eventos que muestran una realidad muy diferente de la que él quiere mostrar a la región latinoamericana y caribeña y al mundo.

Parece que la “oscura nube de tiranía” que pretendió extender sobre estos tres países en su errática comparecencia ante el plenario de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada en Washington, solo se visualizó en su mente calenturienta, porque el resto del universo da fehacientes muestras de no haberse enterado, y mucho menos inmuta a los pueblos de dichas naciones.

Desde luego que hasta cierto punto es natural que en el caso de Cuba no se haya enterado de los importantes eventos internacionales de las Naciones Unidas que acaban de celebrarse aquí, en buena parte porque las transnacionales de la información los han omitido, y en segundo lugar por la ignorancia supina hacia el acontecer de la región, que si para algo les ha interesado a él y a su Gobierno, es para satisfacer su voraz apetito hacia las riquezas naturales que poseen.

En primer lugar estoy hablando de la reunión que celebró la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en La Habana, para trazar la estrategia de Cooperación País para el período 2018-2022 y de la cual la Isla fue firmante en una de las sesiones, oportunidad en la que Carissa Etienne, directora de la OPS y el doctor Tedros Adhanom Ghebbreyesus, director general de la OMS, expresaron su satisfacción por el desarrollo del evento, mientras Carissa agregó que “es un privilegio trabajar con Cuba”, al tiempo que Tedros reiteró su agradecimiento por la cooperación con la Mayor de las Antillas durante los próximos cuatro años.

En segundo lugar voy a referirme al trigésimo séptimo período de sesiones de la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal), la reunión intergubernamental más importante de este organismo de las Naciones Unidas, que cumple ahora su aniversario 70 y de la cual La Habana es sede por primera vez después del triunfo revolucionario de 1959.

Aquí también, con la presencia de la secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcenas, y del secretario general de las Naciones Unidas, señor António Guterres, quien en visita oficial fue recibido por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, participó en la sesión inaugural, donde comenzaron los trabajos para analizar las estrategias de desarrollo de los estados miembros para cumplir con los compromisos del 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en una región que continúa siendo la más desigual del planeta.

Cuba, quien asume la presidencia pro tempore por un período de dos años de manos de México, fue calificada en reciente informe de la Unesco como el país más destacado en América Latina y el Caribe en los aportes de cooperación técnica sur-sur a otras naciones en desarrollo.

¿Qué le parece, señor Pence, no le dice a usted nada que los más altos funcionarios de los organismos internacionales a nivel global y de la región participen en importantes eventos de carácter social y económico, quienes además tuvieron frases de elogio y reconocimiento para los logros del país anfitrión lo hagan a pesar de la “oscura nube de tiranía” con la que pretende cubrir nuestra realidad?

Le añado que en Venezuela, la que usted aboga por excluir de la OEA, su ministerio de colonias y para lo cual no encuentra consenso, a pesar de su servil secretario general de la organización, las elecciones a las que tanto le teme marchan bien, como lo demuestra el reciente ejercicio que acaban de celebrar para comprobar el buen funcionamiento de los mecanismos electorales.

En cuanto a Nicaragua, no se afile los dientes, el pueblo nicaragüense sabrá sobreponerse a los maleantes y delincuentes que pretenden infructuosamente desestabilizar a la nación sandinista.