CAMAGÜEY.- Hace unos días un amigo me dio a leer un correo que había llegado a su cuenta Nauta: una tal Linda Uwen, anciana encamada, con foto y todo, pedía su ayuda para resolver un problema que se le había presentado y casualmente el elegido era él.

En el Email le preguntaban si tenía pasaporte o si había salido del país, porque probablemente para ayudarla tendría que viajar al exterior. Les digo de antemano que el muchacho es extremadamente inteligente, tanto como para hacer aditamentos electrónicos para automóviles, probablemente únicos en Cuba.

Mi primera reacción fue googlear — buscar en Google, buscador web más utilizado del mundo— Linda Uwen, pues me pareció un poco extraño. Como sospeché, se trataba de una ciberestafa, y él no era el único que había caído en la trampa. La búsqueda que realicé, además de servirme para decirle “no gastes más dinero en responder que te están cogiendo pa’ la cosa”, me dejó pensando: ¿Estamos los cubanos preparados para insertarnos en el mundo de Internet y las tecnologías?

Aparejado a la voluntad política de informatizar nuestra sociedad, tiene que existir un interés por preparar al cubano para entrar en ese complejo mundo. Los números de penetración tecnológica en Cuba aumentan desmesuradamente y la Isla sigue siendo uno de los países que más crece en acceso a la World Wide Web de un año a otro.

Un millón 586 000 cuentas permanentes activas para la navegación, la venta de más de 27 millones de tarjetas temporales, 1 552 plazas para la navegación, de ellas 595 Wi-Fi de acceso público en todos los municipios y 4.6 millones de líneas de celulares activas, denotan un crecimiento exponencial del acceso de los cubanos al mundo de las comunicaciones.

Si bien durante mucho tiempo Cuba estuvo en los últimos lugares en ese escalafón mundial, siempre presumimos que llegamos a ser el cuarto país del mundo con mayor capacidad instalada para asumir los avances tecnológicos. Esto se debió a la preocupación de las más altas esferas de gobierno por educar al pueblo en este sentido. Sin embargo, hoy la realidad parece ser otra, cuando se revisa que se ha googleado desde Cuba en estos años los resultados, a mi entender, no se corresponden con nuestros niveles reales de conocimientos.

Las principales búsquedas de los últimos años estuvieron relacionadas con Facebook, fotos, noticias, Gmail, Yahoo, asuntos de amor, y resaltan el diario Granma, Cubadebate, Revolico, Wikipedia y YouTube.

Mención especial merece Ecured, sitio cubano con más impactos en Internet, cerca de 200 000, y aunque parezca una locura, los cubanos seguimos prefiriendo la Wiki. También con crecimiento en las búsquedas desde Cuba sorprende IMO, la aplicación de Android que parece estar hecha a la medida de los cubanos, pues a través de videollamadas podemos conectarnos con familiares y amigos.

Son pocos los que aprovechan el estar conectados para informarse y mejorar sus niveles de cultura general, situación que puede estar dada por el precio que tiene la conexión, que aunque ha disminuido, es aún inaccesible para muchos bolsillos aquí.

Como mismo pensamos en educar al público para la recepción de los contenidos mediáticos, preparar al cubano para navegar y no para naufragar en las redes tiene que ser responsabilidad de alguien; sobre todo si se estima que para el 2020 la mitad de la información que circulará en Internet será falsa, y si además se conoce que la mayoría de los cubanos han llegado un poco tarde a este universo.

Infografía: Tomada de www.milcapeguero.comInfografía: Tomada de www.milcapeguero.com

En los últimos tiempos, Camagüey ha creado varios espacios dedicados al mundo de las tecnologías: El Bosque, El Paseo Tecnológico, El Cristal y el Paseo Temático del Cine, el Parque Botánico; en el caso de los tres últimos, aunque no existen con ese único fin, reservan espacio para la socialización tecnológica. Convertir esos sitios verdaderamente en centros para la producción de conocimientos y acercar a los usuarios responsablemente a este mundo será el primer paso para pasar de la proyección a la concreción.

Hace solo días los blogueros Iroel Sánchez y Juan Antonio García decían en un espacio de debate sobre el tema que ser capaces de crear, generar contenidos novedosos y convertir las tecnologías en aliadas es la mejor manera de evitar reproducir los discursos hegemónicos y colonizadores. Esa es y será la principal batalla de este siglo.

Preocuparse y ocuparse, entonces, por el uso responsable de las TICs en un mundo interconectado como el nuestro, deberá ser el primer paso para dominarlas y evitar que nos domine. Al final, como diría Buena Fe, “aunque sigan labrando el camino a la gente con tecnologías, seguiremos llorando como el Neandertal”.