CAMAGÜEY.- Con todo rigor, el V Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, organización política rectora de la sociedad cubana, analizó la marcha de la actualización del modelo económico y social en desarrollo y otras políticas implementadas a partir del VI Congreso partidista celebrado en el 2011.

En su escrutadora mirada, los participantes en el Pleno, presidido por su primer secretario, General de Ejército Raúl Castro Ruz, coincidieron que si bien el proceso de implementación presenta deficiencias en su desarrollo durante los tres años transcurridos, por la propia complejidad de los asuntos a resolver, no es menos cierto que el escenario actual ha cambiado desde los difíciles momentos del Período Especial en la década de los noventa, cuando la economía cubana tocó fondo por el derrumbe del campo socialista y fundamentalmente de la antigua Unión Soviética, además del bloqueo norteamericano a la Isla.

Conocer en el período qué había salido bien, qué se debía rectificar y qué cuestiones obstaculizaban la puesta en vigor de las medidas acordadas fueron los objetivos fundamentales del Pleno el cual estimó que aunque las limitaciones económicas y financieras imposibilitaron el necesario respaldo a un grupo de estas que demandaban inversiones, no es menos cierto que en el transcurso de su aplicación hubo errores durante la planificación de los procesos y en el control.

Otras de las causas que influyeron en resultados no apetecidos fueron que no siempre se logró involucrar a los organismos, organizaciones y entidades para que desde la base fueran capaces de orientar, capacitar, apoyar, controlar y rendir cuenta de su gestión durante la aplicación de las políticas, además de actuar con una visión limitada sobre los niveles de riesgo e incompleta apreciación de los costos y beneficios, por lo que algunas de ellas se desviaron de sus objetivos sin una oportuna corrección.

El exhaustivo análisis, sin complacencias y siempre bajo un riguroso clima crítico para penetrar en profundidad de las diferentes problemáticas, valoró que por todas estas circunstancias durante los dos últimos años los esfuerzos se han dedicado principalmente a perfeccionar lo logrado en la etapa, considerando en todo momento el principio de no dejar desamparado a ningún cubano, determinación que ha incidido en el ritmo de las transformaciones alcanzadas.

Otros asuntos cuyos procesos continuarán ejecutándose son los estudios de manera priorizada sobre la unificación monetaria y cambiaria en el país, la elaboración del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, la futura reforma de la Constitución para atemperarla a las transformaciones económicas, políticas y sociales acaecidas a partir de los últimos eventos partidistas y que deberá ratificar el carácter irrevocable de nuestro socialismo y el papel dirigente del Partido en la sociedad cubana.

También, otras medidas que lo requieran tras un examen integral con las correspondientes propuestas, entre ellas el trabajo por cuenta propia que ya agrupa a más de 580 000 trabajadores cuyas normas jurídicas de mayor rango han sido firmadas y que demandan ahora continuar con su capacitación, al igual que los 30 000 funcionarios que los atienden.

El Pleno dedicó un significativo análisis al proyecto de la Política de la Vivienda en Cuba bajo el prisma del Partido y el Gobierno desde hace tiempo, y el cual se aborda utilizando todos los recursos que posee el país, de manera ordenada, para detener el deterioro que actualmente presenta el fondo habitacional, agravado por los fenómenos atmosféricos como los huracanes.

No escapó a la mirada de los integrantes del Comité Central y de su Primer Secretario la necesidad de una rigurosa política de ahorro, para aprovechar al máximo los recursos con que cuenta el país y utilizarlos de la manera más eficiente, porque aún es mucho lo que nos falta por hacer a pesar de lo avanzado en esta etapa de actualización del modelo económico y social de la Revolución.

Por delante, nos quedan no pocos retos, vencer el bloqueo norteamericano que ya dura más de 55 años, la creciente hostilidad de la actual administración de Donald Trump y la erradicación de nuestros propios errores e insuficiencias, obstáculos que salvaremos con la unidad férrea de toda la nación, la capacidad de resistencia y el espíritu de lucha y combate de nuestro pueblo, con total confianza en el futuro y en nuestra victoria final.

(Fuente: periódico Granma 27-3-18)