CAMAGÜEY.- El pasado domingo, los ecuatorianos concurrieron al referendo convocado por el actual mandatario Lenín Moreno, quien sometió a votación siete puntos, tres de los cuales implicaban reformas a los logros alcanzados durante la Revolución Ciudadana del ex mandatario Rafael Correa durante sus dos períodos de gobierno.

Era más que evidente que uno de los objetivos centrales del referendo y consulta popular que acaba de celebrarse en Ecuador estaba dirigido a inhabilitar políticamente a Rafael Correa, quien de triunfar el Sí, como ocurrió en conteo rápido con un 99 % de confiabilidad, no podrá ser reelegido nuevamente a la primera magistratura del país en las presidenciales del 2021.

El referendo tuvo, entre otros, como aspectos más negativos la división de la población en dos bandos, y la del partido Alianza País, principal fuerza política en la nación, y como resultado de ello que Rafael Correa y sus partidarios fueran los propugnadores del No, al considerar que la consulta no contó con el visto bueno de la Corte Constitucional y que además satisfacía los intereses de la derecha ecuatoriana, la cual apoyó sin dilación desde el principio el cuestionario sometido a la opinión popular al ver en la mayoría de los siete puntos a disputa, ventajas para sus posiciones políticas.

Otro de los temas controvertidos en el cuestionario fue la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, entidad autónoma creada durante el Gobierno de Correa, encargada junto a la Controlaría de la nación de la transparencia y el control social, y dar por terminado el período constitucional de sus actuales miembros, así como también el de derogar la Ley Orgánica para evitar la especulación sobre el Valor de la Tierra y Especulación de los Tributos, conocida como Ley de la Plusvalía.

El referendo tuvo una participación del 74,80 % (unos 10 millones de votantes de los 13 convocados) y aunque en los datos preliminares el Sí obtuvo la mayoría, los resultados oficiales no serán dados a conocer hasta transcurridos diez días.

El cuestionario elaborado para la consulta supo introducir puntos como el de la corrupción e inhabilitación de los que incurrieran en esta práctica, que por su contenido moralizante necesariamente debió tener una notable repercusión política entre los votantes, al igual que no prescribieran nunca los delitos sexuales en contra de niños, niñas o adolescentes y fortalecer el control de la explotación petrolera y minera para proteger los recursos naturales y el medio ambiente.

Sin embargo, tres de las preguntas, notoriamente estaban encaminadas a retrotraer aspectos esenciales de la Revolución Ciudadana y, sobre todo, bloquear la posible candidatura de Rafael Correa en el próximo período electoral para la presidencia de la nación, al prescribir la reelección indefinida.

Desde luego que estos resultados, cuando de las 40 organizaciones que hicieron campaña electoral, 37 iban por el Sí y solo tres por el No, no definen en modo alguno el futuro político del ex mandatario, quien junto a otros integrantes del Alianza País, han concretado su desafiliación a esa organización y han iniciado la tramitación para conformar el Partido Revolución Ciudadana que estaría llamado a desempeñar la oposición al rumbo derechista del actual gobierno, según denuncias del propio Rafael Correa.

El presidente Lenín Moreno, al conocer los resultados de la consulta, anunció que la Asamblea Nacional tiene 30 días para poner en marcha los mecanismos que aplicarán los cambios aprobados por el pueblo, que incluyen reformas a la Constitución de la República.