CARACAS, VENEZUELA.- Estados Unidos y sus aliados parecen dispuestos a trazar un mensaje agresivo contra Venezuela al término de 2017 pero, ante la arremetida imperial, este país afirma que no se doblegará y mantendrá la voluntad democrática de su pueblo.

"Ningún poder imperial, por cierto, derrotado ampliamente por el mundo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), podrá doblegar nuestra voluntad soberana y democrática", seńaló Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, al resumir la respuesta a los persistentes ataques de Estados Unidos y sus aliados.

Los pronunciamientos de Rodríguez coinciden con una declaración de la cancillería local en la cual "denuncia ante la comunidad internacional una nueva amenaza en contra de su paz y soberanía por parte de las dos principales potencias militares del hemisferio, Estados Unidos y Canadá".

Plantea el texto que el 19 de diciembre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Rex Tillerson y Chrystia Freeland, respectivamente, se reunieron en Ottawa con el fin, entre otras cosas, de hablar de Venezuela.

En ese encuentro, según la ministra Freeland, prometieron tomar "acciones" contra Venezuela "de manera individual, en conjunto o con la cooperación de un grupo de gobiernos subordinados a la Casa Blanca  agrupados en el llamado Grupo de Lima", seńaló el ministerio venezolano.

En las últimas semanas se acentuaron las acciones de Washington y aliados para socavar el proceso de diálogo que se desarrolla en República Dominicana, donde el Gobierno Bolivariano y la oposición avanzaron en aspectos importantes para garantizar la estabilidad política y económica del país, señalan las autoridades de Caracas.

Todo parece indicar, según comentaristas, que las fuertes presiones que desde el exterior se ejercen contra la continuidad y éxito de las conversaciones responden al interés estadounidense de evitar que los venezolanos alcancen un escenario de convivencia pacífica que impida a intereses externos tutelar los destinos del país.

"Rechazamos estas amenazas y cualquier tipo de acción que estos gobiernos dirijan para continuar o ampliar el ilegal bloqueo económico y desestabilizar la paz y el sosiego del Pueblo venezolano, así como las medidas de presión que aplican sobre hermanas repúblicas latinoamericanas para agredir al gobierno del presidente Nicolás Maduro", señaló la declaración de la cancillería.

Dentro de los planes estadounidenses al parecer tiene un rol el nombramiento del Encargado de Negocios en Venezuela, Todd Robinson, quien todo indica llegó dispuesto a enrarecer más las ya escasas relaciones entre ambos países.

A través de su cuenta en Twitter, la presidenta del Poder Originario condenó las declaraciones injerencistas del Encargado de Negocios de Estados Unidos en el país. Rodríguez dijo que el funcionario "llegó con mal pie a nuestra Patria. Opinar siquiera sobre la democracia venezolana es un improperio. A la embajada estadounidense le recordamos el código diplomático conforme a la ley al tiempo que exigimos no entrometerse en nuestros asuntos".

Un comunicado del gobierno, el 21 de diciembre, exigió respeto a las instituciones locales y rechazó la acción de la sede diplomática estadounidense "al intentar descalificar a la Asamblea Nacional Constituyente y la democracia venezolana a través de las redes sociales".

Venezuela, plantea, exige respeto a sus instituciones y su proceso democrático por lo que no puede el gobierno estadounidense ni ninguno de sus representantes, pretender ser árbitro o juez de la democracia venezolana o de sus instituciones.

Esperamos y deseamos que el nuevo jefe de Misión de Estados Unidos en Venezuela no transite por el mismo camino injerencista de sus antecesores, sostuvo el comunicado.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela desea tener relaciones de diálogo y de respeto mutuo con el Gobierno de Estados Unidos de América pero nunca en detrimento de su soberanía, paz o estabilidad, subraya la declaración.

Venezuela no tolerará ninguna injerencia o intervención en sus asuntos internos y tomará las medidas que sean necesarias para salvaguardar su soberanía nacional y el respeto al derecho internacional, puntualizó.

La embajada de Estados Unidos en Venezuela rechazó el decreto de la ANC que obligaría a partidos de derecha como Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Acción Democrática (AD) a validarse ante los poderes electorales para poder participar en los comicios presidenciales de 2018.

La ANC aprobó el 20 de diciembre un decreto que establece que los partidos que quieran presentarse en próximas elecciones tuvieron que haber participado en los comicios municipales y obliga, a los que no lo hicieron, a renovarse ante el Poder Electoral si no quieren ser inhabilitados.

"El gobierno venezolano y su ilegítima Asamblea Nacional Constituyente están inventando reglas a medida que avanzan. Esto no es democracia. Los diversos puntos de vista políticos hacen democracias fuertes", replicó la embajada estadounidense en su cuenta de Twitter, en una clara injerencia en el país.

Según normas internacionales reconocidas, cuando un diplomático incurre en actos impropios u ofensivos, o de otra naturaleza, contra el Gobierno ante el cual está acreditado, surge un conflicto cuya solución debe ser buscada únicamente a la luz de pactos y convenciones internacionales vigentes o bien del Derecho internacional consuetudinario, según fuere el caso.

La diplomacia encaja en el tipo de actividades en las que quienes las ejercen deben abstenerse voluntariamente de expresar criterios propios.
Analistas opinan que lo manifestado por el funcionario refleja el criterio oficial, y por ello las declaraciones hechas solamente significan que el gobierno estadounidense lo respalda, afirmación que parece ratificar la política norteamericana contra Venezuela.

*Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Venezuela.