CAMAGÜEY.- El buque insignia de la oposición venezolana naufragó en las profundas aguas del chavismo. El estado de Miranda, que desde el 2009 era gobernado por Henrique Capriles, el frustrado aspirante de las pasadas elecciones presidenciales del 2015, y que se consideraba un baluarte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), acaba de pasar como resultado de las elecciones regionales celebradas el pasado domingo a manos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Así fue de resonante la victoria del chavismo en estos comicios para elegir los gobernadores de los 23 estados del país, porque 17 de ellos serán regidos por los candidatos electos del PSUV y solo cinco por la oposición, por no estar disponibles aún, los resultados del estado de Bolívar.

Hay que agregar además que estos comicios constituyen los de más alta participación para estos eventos, con el 61,14 % de los venezolanos empadronados, unos 10 millones de votantes, de los cuales, el 54 % fue para los candidatos de la Revolución bolivariana y el 45 para la oposición.

No puede dejar de mencionarse que los integrantes de los distintos partidos de la MUD se creyeron los pronósticos manipulados por sus encuestadoras afines lo que los llevó a dar por sentado que entre 11 y 18 gobernaturas serían adjudicadas a sus miembros, por lo cual el sentimiento de frustración es aún mucho mayor.

Estaban además confiados en que la guerra económica que se le hace al Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la virulenta campaña desestabilizadora arreciada por las principales transnacionales de la información y las amenazas y las sanciones impuestas por el presidente Donald Trump, inclinarían la balanza a su favor, pero tremendo chasco que se llevaron porque ignoraron lo hondo que ha calado el chavismo en los venezolanos, sus indiscutibles logros sociales, con todas las misiones en pleno desarrollo, y la dignidad y capacidad de resistencia de ese pueblo respaldado por la alianza cívico-militar.

Ahora están clamando que atajen al supuesto “ladrón” fraudulento, versión desesperada de la aplastante derrota que acaban de recibir y después que centenares de observadores, incluso de la propia oposición, han calificado el proceso electoral como efectuado en un clima de tranquilidad, seguridad y confiabilidad.

Conocido el triunfo de la democracia y los sentimientos de paz que animan a los venezolanos, el presidente Nicolás Maduro convocó a los gobernadores electos de la oposición a trabajar unidos para proporcionarle al pueblo mayores beneficios y prosperidad, pero al propio tiempo advirtió que no se permitirían guarimbas ni actos de violencia que perturben la paz ciudadana.

Y ante los reclamos de la oposición por supuestas irregularidades Maduro solicitó de la Asamblea Nacional Constituyente la disposición de auditar el ciento por ciento de las actas de votación, demostrando con ello la absoluta confianza del Gobierno en la veracidad de los resultados de las elecciones regionales recién celebradas.

Al propio tiempo, el Presidente bolivariano confirmó que en los próximos días se reanudarán las conversaciones con la oposición iniciadas en República Dominicana como una prueba más de la voluntad del Gobierno de llegar a acuerdos que garanticen la estabilidad del país y emprender el camino de la seguridad ciudadana y la prosperidad de todos los venezolanos.

Los cubanos, que sentimos como propios los reveses y las victorias del hermano pueblo de Chávez, enviamos a través del mensaje de nuestro presidente Raúl Castro a Nicolás Maduro nuestra más calurosa felicitación por la arrasadora victoria en las elecciones estaduales y reiteramos nuestra más firme solidaridad con la Revolución bolivariana.