CAMAGÜEY.- En las malas y en las peores, Cuba y Puerto Rico han sido dos pueblos hermanos, y ahora, cuando la mayor Isla del Caribe se yergue de los escombros de Irma con todos y para bien de todos, Puerto Rico con sus alas pobres y presa en jaula de oro, padece el abandono de ser “estadounidense asociado”, tras el paso de dos intensos huracanes.

Los cubanos dignos sufren la indiferencia y tardanza de la ayuda urgente que precisan los puertorriqueños, y pese al bloqueo impuesto por quien se cree amo del mundo, desde la tierra herida por el fenómeno natural ofreció la mano solidaria, mientras el multimillonario presidente, Donald Trump, priorizó y defendió los negocios navieros por encima de la vida humana y no fue hasta este jueves que autorizó levantar temporalmente la Ley Jones que bloquea el socorro a más de tres millones de damnificados en crisis por falta de asistencia médica, alimentos, electricidad y combustible.

Cuando hasta sus propios acólitos como su confidente, el senador de la Florida, Marcos Rubio, presionaban al Mandatario de la Casa Blanca para asistir emergentemente a los mal llamados ciudadanos “estadounidenses”, el Trump negociante expresó: “Estamos pensando en eso, pero tenemos un montón de armadores y mucha gente que trabaja en la industria naviera que no quiere que la Ley Jones se levante. Y ahora tenemos muchos barcos”.

La Ley Jones-Shafroth fue firmada por el entonces presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson el 2 de marzo de 1917 para separar las ramas ejecutivas, judiciales y legislativa del Gobierno de Puerto Rico, además de estrangular la economía de esa Isla de las Antillas Mayores, pues desde principios del siglo XX limita la transportación de cargas marítimas entre ese país y los Estados Unidos solo en barcos fabricados, propiedad USA y bajo banderas estadounidenses.

El general Antonio Maceo y Grajales, protagonista principal de las guerras independentista de Cuba, en una ocasión que un joven anexionista insinuó pedirle ayuda a los Estados Unidos para derrotar al colonialismo español, respondió con firmeza antiimperialista que si eso sucediera sería el día en que él lucharía al lado de las huestes españolas.

Maceo no alcanzó a ver su Patria libre ni tampoco pudo luchar junto al patriota puertorriqueño Juan Rius Rivera, a quien prometió combatir a su lado hasta alcanzar la libertad de Puerto Rico. La victoria de Cuba en 1898 fue arrebatada por la intervención de los Estados Unidos y no fue hasta el 1ro. de enero de 1959 que Fidel, Raúl, los líderes históricos de la Revolución al frente del heroico pueblo cubano —el mismo que hoy levanta el país entre destrozos del huracán Irma— alcanzaron la definitiva independencia de la Isla caribeña.

“Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas en el mismo corazón…”, escribió la poetisa puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió.